25 Andrés le tira la herramienta lejos

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Hay reglas. Como para todos los movimientos y actividades de La Tribu, esto nos separa de Los Hunters, nos hace civilizados. Los cazadores buscan un mundo más libre, sin ataduras, liberal. Y nosotros creemos que todo eso solo traer muerte larga y anarquía lejana.

Nosotros nos damos pautas reglamentarias, hasta seguimos haciendo deporte. Vamos perdiendo muchas costumbres según nos vamos des civilizando, pero supongo que eso también forma parte de la historia de la evolución humana. 

Entre las normas que hay para El Hunter algunas son claras: atado mientras duerme, siempre rodeado y vigilado en las tareas y si intenta escapar, si pretende pasar la valla por cualquier punto, disparar a matar.

Entre las normas que hay para El Hunter algunas son claras: atado mientras duerme, siempre rodeado y vigilado en las tareas y si intenta escapar, si pretende pasar la valla por cualquier punto, disparar a matar

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El Hunter está trabajando con un grupo en el retoche de la puerta principal. Me acerco a ver cómo van. He estado bebiendo agua en la fuente más cercana a la valla. Mi grupo está con Anghara ordenando las verduras en el almacén y dándoles una fecha de consumo antes de que se pudran (este talento nos lo ha dado la experiencia). Al acercarme oigo gritos, es Andrés. Doblo la esquina de una casa en la frontera con la valla y los veo. 

-Cógelo -grita Andrés de nuevo.

Frente a él está El Hunter, quieto, impasible, sudoroso y mirando fijo a Andrés.

-¡Coge tu martillo!, venga lo tienes a solo tres metros.

Efectivamente, el artillo está solo a tres metros, pero fuera de la valla, la regla es disparar a matar si huye, y detrás del Hunter está un amigo de Andrés apuntando al Hunter con la escopeta.

-¡Vete a por el martillo, no te lo vuelvo a repetir! -Andrés se acerca aún más al Hunter. Se pone rostro con rostro. El Hunter parece de piedra mármol. 

Si el Hunter cede y se acerca a recoger el martillo le dispararán, habrá pasado la valla y contará como que ha intentado huir. Parecerá eso y eso le dirán a La Tribu.

-O caminas a por el martillo o anotamos tu rebeldía. 

Hay unos segundos intensos. Por fin, consigo recuperar sentido en mis piernas y me acerco rápido. Con la mayor de las fuerzas que puedo digo:

-Hunter, te llaman en el almacén.

Andrés reacciona a mi presencia y se aleja del Hunter dándome la espalda. No me mira.

-Vamos -le digo al Hunter, que sigue mirando la espalda de Andrés-, vamos -le digo en voz baja tras ponerme a su altura. 

Me acompaña sin dejar de mirar atrás.

-Gracias -me dice suave cuando nos alejamos.

-He mentido, no te llama nadie en el almacén -le digo.

-Lo sé.


Lo sabe..., y no dice nada más el capullo.

Le sonrío con los ojos.


Solos en la eternidad: el mundo tras la pandemia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora