Esa noche parece diferente. La reconstrucción del mundo ha caído en picado; hecho en falta a mis padres más que nunca. Hemos hecho el círculo y ahora estamos cenando. Le tocó a Adri cocinar. Hoy hay plancha. Pusimos el metal a un metro sobre el fuego; no es una hoguera redonda, no es la típica hoguera que San Juan, es más un rectángulo de troncos y brasas, sino alargada, de unos tres metros de largo y dos de ancho.
Adri azotó unas setas riquísimas y unas patatas asadas al fuego de leña, pimientos de acompañante. Los pimientos al fuego natural quedan con un sabor dulce y suave que deja el paladar como una nube de algodón.
En plena naturaleza, cuando hemos regresado a la tierra de nuevo (debido a la desgracia de perderlo todo), el sabor de los alimentos vuelve a ser nuevo. Hemos perdido una palabra: producto. Ya no llamamos producto a los alimentos. Lo pimientos a la plancha quedan tan dulces que podrían ser un antiguo postre. Ya no hay postres bollería del pasado. Los postres ahora son la fruta.
Las setas al fuego no saben como a las setas de antes. Quizás es por la falta de aceite, o quizças porque la tierra no está tan contaminada, pero ahora su sabor se mezcla con el crujir de la textura.
Las luces y sombras del fuego se refleja en los rostros de La Tribu. Parecen imágenes reflejadas en lo profundo de una caverna. Todos están distraídos y hablan en grupos; del día y de la nada, de lo hecho y de lo por hacer, del mañana y del pasado.
-¡Estoy embarazada! -Grito.
Se hace el silencio. Pero no de golpe, si no que se difumina como el sonido de las cuerdas de una guitarra que dejan de vibrar.
-Nadie dice nada.
Robert mira hacia el fuego, concentrado en su rostro.
Apenas me da tiempo a ver algunos rostros. Anghara, sorprendida; Andrés, con odio. Bruno continúa comiendo; Sonia sonríe; Adri levanta el pulgar. Alguien levanta la voz, no se quién.
-Esto se tiene que someter a votación del círculo.
-¿Por qué?, ¿porque es un hecho que se decidir? -Dice otra voz.
-Se decide si lo tiene o no.
-Silencio -Ahora es la furia de Robert la que se refleja en el propio fuego-. Esto no se vota. ¿Acaso hemos retrocedido tanto que somos bestias del mundo de piedra. No. Somos una Tribu, y así somos lo que planteemos para el futuro. Se acabó.
Ahí se acaba. Alguien hecha el agua en el fuego.
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Solos en la eternidad: el mundo tras la pandemia.
AdventureTodas las personas de más de veinte años han muerto. Nadie sabe cómo ni por qué. Elisabeth vive en un pueblo abandonado de la sierra con su grupo de supervivientes. Intentan resistir en un mundo destrozado tras la pandemia.