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Narra: Onnie.
En serio que sentía que era una situación inusual.
Yo me iba a ir a mi casa con algunos compañeros y el estaba ahí, de pie, mirando al cielo.
¿Me esperaba? No lo sé
¿Qué hacía ahí? No lo sé

-¿Me estás esperando acaso?- pregunté y el me miró confundido.

-¿Disculpa?

-estas frente a mi empleo.- dije y esta ves me confundí.

-demonios.- mascullo.

Quizá no venga por mi que vergüenza, ¿Por qué vendría por mi?

-si.- dijo de la nada.

-mira, el beso, no queríamos, estábamos más imbéciles de lo usual, más el alcohol, así que no hay problema.- dije apresurado tratando de sonar tranquilo.

El me miró y sin querer me sonroje.

-lo se.- dijo y agachó la cabeza.- pero no quiero que eso arruine de alguna manera la amistad que íbamos a formar.

Yo lo mire y me sentí tranquilo.

-¿Quieres ir a algún lado?- me miro y sonrió.

-si, vamos.

Empezamos a caminar En un silencio algo incómodo.

-¿Bon ya te ha dicho que ha pasado en la gira?-pregunté.

La verdad que en todo el fin de semana no me había enterado de nada, no un solo mensaje por parte de ninguno.
Y tampoco pude ver el concierto con lo solo que me sentia, el concierto solo empeoraría ese sentimiento.

-no me ha contado mucho, pero ví un poco del concierto.

-¿Y qué tal?

-solo hizo que lo extrañará mucho y deje de ver el concierto en casi nada de tiempo.

"Cada vez lo siento más igual a mi"

-entiendo eso.

Nos metimos a un bar no muy lejos.
Decidí pedir una limonada ya que no tenía muchas ganar de ir con cruda a mi reciente empleo.

Nos sentamos y el tomo de su cerveza.

-te gusta mucho el alcohol,¿no crees?

-me ayuda a calmarme.-contesto y dejo su vaso en la mesa.

-oh claro.- dije y mire mi limonada sin saber que hacer.- ¿Tú hiciste la tarta?

El me miró demasiado extrañado, para después reír un poco.

-si.- dijo riendo.- ¿Ya me puedo casar?

En ese momento lo acompañe en las risas.

-¿Qué eres, mi madre?- le dije riendo.- esa expresión es de abuelas.

-gracias.- dijo.- ¿Es que acaso te gustó?

Yo me sonroje y el se quedó totalmente estático.

-la tarta.- dijo y el también se sonrojo.- ¿Que si te gusto la tarta?

Yo lo mire sin tener una idea de que hacer, pero después yo rei.

-me encantó la tarta.- seguirá riendo y el se relajo.

-es una receta de Mangle.- dijo.- te la puedo enseñar, si quieres.

-na primero invítame un café.

El se sonrojo y yo tenía una sonrisa maliciosa.

-eres bueno para relajar el ambiente.-me dijo y rio.-eres bueno con muchos, me hubiera gustado ser más cercano a ti cuando éramos jóvenes.

Yo lo mire.

Un desastre Donde viven las historias. Descúbrelo ahora