Me peino el flequillo con los dedos y me pongo la chaqueta mirándome al espejo, la verdad es que soy una persona bastante corriente. Pelo castaño por debajo de los hombros, flequillo, ojos verdes, soy delgada pero porque sufro en el gimnasio no porque tuviese suerte y fuese delgada de por sí, ojalá.
Llevo un bralette rosa, unos vaqueros azules y unas botas negras de estilo militar, guardo las llaves en el bolso con el móvil y salgo de mi pequeño, pero acogedor, piso para adentrarme al ascensor.
Presiono el botón del parking del edificio y miro la hora en el móvil, en diez minutos tengo que estar en el restaurante con Carla y el gigoló. Seguramente llegaré tarde pero lo bueno se hace esperar.
No recuerdo ni el nombre del chico, lo único que recuerdo de esa noche es una imperceptible cicatriz en el culo. Suena raro pero es la realidad, me desperté al día siguiente de la despedida en mi habitación de hotel con la bata del hotel, en ropa interior y con una tirita en la nalga derecha.
Las puertas del ascensor se abren y con el mando a distancia del coche lo abro, para meterme dentro. Enciendo el motor y salgo del aparcamiento escuchando la radio. Recuerdo perfectamente cuando mis padres me dieron el coche, al acabar la carrera de arquitectura nada más salir de la fiesta de graduación estaba esperándome mi querido bebé.
Con diez minutos de retraso entro por la puerta de nuestro restaurante italiano favorito, veo a Carla con el móvil en una mesa. Me acerco a ella sonriendo de lado, me siento viendo como me fulmina con la mirada.
-Quedamos hace diez minutos-me recrimina dejando el móvil a un lado-Y sabes que odio esperar.
-Y tú sabes que siempre llego tarde-me encojo de hombros dejando el bolso en la silla.
Me quito la chaqueta y veo como Carla ya ha pedido un vino blanco para beber. Sonrío y agarro mi copa llevándomela a los labios, siento como el maravilloso líquido creado por los dioses del Olimpo baja por mi garganta.
Adoro el vino blanco.
Dejo la copa en la mesa lamiendo mis labios sonriendo de lado, a mí el despecho me lo quitó el vino blanco. Me jode que me hayan puesto la cornamenta pero a cambio me bebí su preciada bodega de vinos blancos.
Jorge tenía una gran afición por los vinos en especial por los vinos blancos y fue lo único que conservé, porque su ropa la quemé en la casa de mis padres donde tenemos un terreno privilegiado y ahí ardió toda.
-Te quejas de mi querida Carla, pero el puto aún no ha llegado -digo apoyando mi espalda en el respaldo de la silla mirándola mientras sonrío de lado.
-Dafne no le llames así-me reprocha.
-Qué más da puto, o prostituto, o gigoló, o chico de compañía si son sinónimos-ruedo los ojos.
Carla rueda los ojos y veo como un chico con traje entra en el local, su cara se me hace familiar y no sé cómo porque no es que me relacione con pivones como él.
Tiene el pelo marrón con el típico tupé que tienen ahora todos los tíos, una barba de varios días que a mí me encanta, nariz delgada pero respingona, es alto a ojo le echo un metro ochenta, labios gruesitos y por la pinta parece el mítico empresario con su traje de marca. Busca por varios segundos a alguien en el restaurante hasta que posa sus ojos en nuestra mesa.
Putireconocimiento completado.
Me mira y lame sus labios sonriendo para después acercarse a nuestros asientos. Carla se gira para ver qué llevo mirando tantos segundos y se levanta al ver al chico.
Acabo de encontrar al puto.
Me llevo otra vez la copa a los labios viendo como mi amiga besa las mejillas del pivón, que al ver que yo no estoy por la labor de levantarme para saludar se sienta en la silla libre a mi izquierda.
-Bueno Sergio, igual te acuerdas de Dafne de la despedida, ella fue la dama de honor de mi boda y la que...-habla Carla pero el tal Sergio, pivón para mi, la interrumpe.
-Ya, la que me tiró la copa encima-dice y yo sin saber de qué habla sonrío de lado.
-No me acuerdo de nada de esa noche, pero si te la tiré es porque algo harías -digo mirándolo con la copa en mis manos.
-Bueno- dice Carla provocando que dirijamos nuestras miradas a ella- Necesitamos tus servicios porque tienes que hacerte pasar por el nuevo novio de Dafne.
-¿Porqué necesitáis eso?-pregunta frunciendo el ceño.
-El porqué es muy sencillo-digo rellenando mi copa-Soy más rencorosa que una madrastra de Disney y a mí nadie me deja en ridículo-me encojo de hombros dándole otro sorbo a mi copa.
-¿Y para qué ocasión necesitaríais mis servicios?-pregunta apoyando sus fornidos brazos en la mesa.
-Para una reunión de antiguos alumnos, el ex de Dafne irá con la chica que...-Carla se calla pensando qué palabra usar.
-Con la chica que me puso los cuernos-termino encogiéndome de hombros- Quiero callarles la boca a esos dos hijos de puta y tú mi querido chico de compañía -le señalo cínicamente- Me ayudarás a que me dejen vivir tranquila.
-Bueno-suspira recostándose en la silla haciendo un gesto como despreocupado-Quien paga manda. ¿Cuándo es esa reunión?
-En veintidós días-digo dejando la copa en la mesa-Y en ese período de tiempo necesito que tú sepas todo de mí y yo todo de ti.
-Es muy poco tiempo- dice frunciendo el ceño levemente.
-Nada es imposible-dice Carla cruzándose de brazos.
-Oh vamos querido-sonrío de lado divertida- Si sabes usar el cerebro como sabes usar tu miembro viril dudo que te cueste aprenderte un par de cosas.-le guiño el ojo.-O quizás solo usas la cabeza para peinarte ¿Me equivoco?
Aclaro que no me he acostado con el pivón, ojalá pero digo yo que los putos tienen que follar bien ¿no?
-Por supuesto que te equivocas -dice fulminándome con la mirada levantándose de la silla- Mañana empezaremos con esto, buenas noches señoritas -dice y se abrocha la chaqueta del traje para después salir del restaurante.
La reina del drama acaba de abandonar la sala queridas amigas.
-¿No podrías haber sido un poco más amable?-me dice Carla segundos después.
-Sí y le pongo un piso en primera línea de playa también, no te jode -le digo cogiendo mi copa-Yo pago al puto y el puto hace lo que se le manda - me encojo de hombros.
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Esta novela tiene un alto contenido de expresiones e insultos que seguramente poca gente entienda,debido a que son muy usados en España o por lo menos yo los uso. Si tienes alguna duda, déjala en los comentarios e intentaré resolverla.
Hasta el siguiente,basketballplayer7.
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¡Necesitamos al gigoló!
Teen FictionCuando el teléfono de Dafne empezó a sonar como loco aquella tarde de un caluroso julio supo que algo no iba bien. Necesitaba ayuda, urgentemente. Gracias @DimeyCLG por la preciosa portada ♡ #100-verano 10/9/20 #83-sarcasmo 11/9/20 #704-novelajuveni...