Capítulo XVII

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Aparco el coche en el parking justo al lado de el de Sergio, me bajo y me encamino hacia la empresa del amigo de mi hermano. Hoy Sergio y yo iremos a comprar ropa para la cena, que es en una semana.

La verdad que se me han pasado los días volando y solo quedan siete días para ver a personas que sinceramente, no quiero ver, pero sé que por lo menos cerraré el capítulo más oscuro y dañino de mi vida.

Me pongo las gafas de sol en el pelo al entrar a las instalaciones y subo a la cuarta planta, donde me informó Sergio, era donde graban los informativos del día. Al entrar en la sala veo como está el pivón que tengo como novio falso dando las noticias.

Reconozco al amigo de mi hermano y lo saludo desde lejos, se separa de las personas con las que estaba hablando y se acerca a mí para darme dos besos como saludo.

-Dafne guapísima ¿Qué te trae por aquí? –pregunta y sonrío de lado divertida

-Pues aquí, a ver en vivo y en directo a tu nuevo fichaje –digo señalando a Sergio con la cabeza sin dejar de sonreír.

-Es muy bueno en lo suyo la verdad, me lo consiguió tu hermano –comenta y yo me ahorro el gesto de rodar los ojos siendo conocedora de ese dato- Por cierto, me han dicho que has tenido problemas con Jorge. -dice y yo ruedo los ojos al oír el nombre del adefesio que tenía por novio.

-Sí... lo hemos dejado- me encojo de hombros y veo como me mira rápidamente, notoriamente emocionado por mi respuesta.

-Y... ¿ahora cómo estás? - pregunta haciéndose el desinteresado pero lo conozco desde que tenemos diez años y sé que por dentro se está muriendo de la emoción.

-Pues estoy con alguien, pero valoro tu buen gusto-digo y veo como apagan las cámaras y Sergio me mira sonriente.

Escucho la risa de Edu y vuelvo a mirarlo, viendo cómo se encoge de hombros sonriente.

- ¿Y quién es el afortunado? - pregunta en el momento que Sergio se acerca a nosotros y para sorpresa de Edu, y para la mía propia también, me besa a modo de saludo.

-Hola preciosa, ¿te ha gustado como he estado? -pregunta sacándome una sonrisa de estúpida enamorada, que no hace falta que finja.

-A mí siempre- digo haciéndolo reír.

-Vaya- escucho susurrar a Edu- Yo me tengo que ir, un placer haberte visto otra vez Daf- me dice y yo asiento sonriendo levemente- Mañana a la misma hora Sergio- habla Edu dirigiéndose a mi acompañante que asiente obediente.

- ¿Qué tienes preparado para hoy? -pregunta poniendo sus manos en mi cintura.

-Pues he pensado en ir a comprar algo para la cena, tenemos que ir como dioses del Olimpo –digo mientras le desanudo un poco la corbata del traje que usó hoy para dar las noticias.

Sergio se ríe y asiente sonriendo, lame sus labios mientras me mira a los ojos fijamente.

-Entonces me voy a cambiar –me dice y asiento metiendo las manos en los bolsillos de mis vaqueros cortos- No tardo ¿vale?

-Más te vale, porque tengo hambre –aviso y Sergio me señala una mesa llena de comida antes de meterse en una habitación.

Los ojos me brillan de la emoción que siento al contemplar tanta comida delante de mí, me llevo a la boca una galleta notando como mis papilas gustativas salivean de lo deliciosa que está.

Cojo un vaso que supongo que contiene zumo de naranja y le doy un trago comprobando mi teoría, veo como de reojo se me acerca la chica del tiempo. Decido ignorarla, así que le doy otro trago a mi zumo.

¡Necesitamos al gigoló!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora