¡Necesitamos al gigoló!

Capítulo VIII

Escucho el timbre taladrarme la cabeza y gruño tapándome la cara con la almohada, el sonido del demonio vuelve a sonar así que me levanto de la cama y al entrar al salón veo a Matías, a Hugo y a Marcos en el sofá cama dormidos sin que el timbre les moleste.

Son como osos hibernando,nada los despierta.

Abro la puerta frotándome el ojo intentando desperezarme, veo a la presidenta acompañada de dos agentes de la policía.Frunzo el ceño confundida y me cruzo de brazos apoyándome en el marco de la puerta.

-Qué -digo mirándolos mal.

-Señorita, aquí su vecina que dice que usted le ha mojado con una manguera -explica uno de ellos.

-Yo estaba durmiendo no he mojado a nadie-me encojo de hombros.

-¡Me mojó ayer!-dice la señora levantándome más dolor de cabeza por la voz de pito que tiene.

-Yo no he mojado a nadie señora-miento rodando los ojos.

-Si me mojaste,desde la azotea-dice y los policías me miran como esperando una explicación.

Para qué coño quieres un abogado en la familia si no está cuando lo necesitas.

-A usted lo que hace falta es que la internen, porque le faltan muchos tornillos de aquí-digo señalando mi cabeza fulminando a mi vecina de abajo.

Antes de que la jubilada pueda decir nada el ascensor se abre dejando ver a mi gemelo con la misma ropa de ayer y varios chupetones en el cuello.Me mira confundido pero le señalo con la cabeza a la mujer, asiente y se pone a mi lado.

-¿De qué se le acusa a mi cliente?-pregunta mirando a los policías.

-De mojar a la señora con una manguera-repite el primero que habló

-Desde la azotea-dice la mujer haciendo que ruede los ojos.

-¿Tiene algún tipo de prueba de eso?-pregunta Javi y los policías se miran para luego mirar a la señora.

-No,no hay ninguna pero...-empieza a hablar la presidenta pero mi gemelo la interrumpe.

-Perfecto,si no hay pruebas no hay motivos para realizar ninguna detención ni nada parecido-sonríe Javi y hago lo mismo divertida.

-¡Te voy a denunciar por lo que me has hecho! -dice la señora mirándome mal.

-Estaré encantado de verla en los juzgados, porque si amenaza yo podría ponerle una demanda de hurto de sofá y una orden de alejamiento por acoso-se encoje de hombros mi hermano.

La señora gruñe y los policías no saben donde meterse.Empujo a Javi hacia dentro de mi casa y agarro el pomo de la puerta.

-¿Algo más?Que se me escapa el aire acondicionado-digo mirando mal a las tres personas delante de mi,los policías niegan y asiento.-Pues venga a tocar los huevos a otra parte,no te jode-digo cerrándoles la puerta en la cara.

Me giro y veo a Marcos,a Hugo y a Matías devorando mis magdalenas,Javi deja la chaqueta en el sillón y se sienta en el sofá con ellos.

-Javi es la primera vez que estoy orgullosa de ti-digo sonriendo divertida mirando a mi gemelo

-Es que habla muy bien-dice Marcos con la boca llena escupiendo trozos de magdalena haciendo que lo mire asqueada

-Que cerdo eres-digo haciendo reír al resto de nuestros hermanos

El timbre vuelve a sonar y gruño mirando mal a la puerta cerrada.

-La vieja es pesada ¿eh?-escucho decir a Matías

Abro la puerta y cierro la boca tragándome el insulto que iba a soltar,veo como Sergio me mira de arriba a abajo confundido y por primera vez me doy cuenta que estoy con una camiseta de publicidad y en bragas.

-¿Te acabas de levantar?-pregunta y asiento mientras miro el reloj de la cocina,las seis y media de la tarde.

-¿Podrías esperar un momento?-pregunto y veo como asiente confundido

Le agarro de la mano y tiro de el hacia mi habitación notando las miradas curiosas de mis hermanos,cierro la puerta dejándolo dentro de esta y vuelvo al salón.

-Largo-digo cogiendo toda la ropa de mis hermanos del suelo.

-Oye que yo quería desayunar-protesta Javi cuando los empujo hacia la puerta.

-Esto no es un buffet, te haces la merienda en tu casa-le doy a Hugo la montaña de ropa y les cierro la puerta.

-¡Es muy feo que tu gemela te abandone después de salvarle el culo!-grita Javi detrás de la puerta

Ruedo los ojos y me recojo el pelo imaginando los pelos de loca que debo de tener,rescato unos pantalones de chándal del cesto de la ropa sucia que no huelen muy mal pero durante este ratito me sirven.

Cuando voy a abrir la puerta de mi habitación esta se abre dejando ver a Sergio mirando el móvil.

-Me tengo que ir,¿mañana puedes quedar y seguimos con las clases?-pregunta y asiento un poco sorprendida.

Se marcha e intento asimilar todo lo que ha pasado en menos de veinticuatro horas.

¿Tiene sentido que anoche casi nos acostamos y hoy vino a ¨dar clases¨?Porque yo no se lo encuentro.

Muerdo mi dedo pulgar intentando calmarme mientras camino a la ducha pero cuando entro en el baño recuerdo que está roto y no tengo como bañarme.

Que maravilloso domingo.

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Esta novela tiene un alto contenido de expresiones e insultos que seguramente poca gente entienda,debido a que son muy usados en España o por lo menos yo los uso. Si tienes alguna duda, déjala en los comentarios e intentaré resolverla.

Hasta el siguiente,basketballplayer7.

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