Capítulo VI

773 67 32
                                    

-Cuanto tiempo Dafne- sonríe metiendo las manos en los bolsillos de sus vaqueros.

-No seas hipócrita Jorge-digo y lo aparto para abrir la puerta-Si te queda un mínimo de dignidad, vete de aquí.

-Solo quería hablar las cosas, hemos tenido una relación muy bonita...-empieza a hablar mirándome.

-Relación que tú te cargaste- digo y abro la puerta metiéndome en mi casa- Adiós Jorge-digo cerrándole la puerta en la cara.

Que día más tranquilo oye.

--------------------

Me bajo del coche y al segundo mi precioso perro se me lanza a las piernas, sonrío jugando con el cerrando la puerta del coche.

Coco, mi perro, tuvo que quedarse en la casa de mis padres porque en mi edificio no admiten animales. Camino con mi fiel amigo siguiéndome, entro a la casa viendo a mi madre y a mi padre hablar con todos mis hermanos.

-La hija prófuga ha llegado- digo sonriendo cuando todos me miran.

-¡Dafne cariño!-dice mi madre y me besa varias veces las mejillas mientras me abraza.

-Solo hace semana y media que no me ves-le digo soltando una carcajada.

Cuando vine a quemar la ropa del asqueroso de mi ex ,para ser más concreta.

-Sí, pero me he acostumbrado a tenerte aquí todos los fines de semana y la gran mayoría de días, así que estar tantos días sin verte me parecen una eternidad- dice y peina mi flequillo con sus dedos sin dejar de sonreír.

-Gracias mamá ,nosotros también te queremos -habla Lucas rodando los ojos.

-No te pongas celoso cariño-dice mi madre y se separa de mí para besar la mejilla de mi hermano mayor.

Me acerco a mi padre que está apoyado en la mesa así que me subo a esta sonriendo de lado.

-¿Cómo estás cielo?-pregunta mi padre cuando beso su mejilla a modo de saludo.

-Bien, como siempre- me encojo de hombros omitiendo todo lo relacionado con Jorge. No quiero que mis padres puedan llegar a sentirse mal por la cornuda de su hija.

-¿Me ayudas con la barbacoa?-pregunta y mira de reojo a mi madre- Así dejamos a la cacatúa con los otros.

Me río y asiento, bajo de la mesa caminando con mi padre hasta el jardín. De pequeña adoraba ayudar a mi padre con cualquier cosa mientras que mis hermanos eran más de quedarse con mi madre hablando como marujas que son.

-¿Cómo llevas las vacaciones?-me pregunta mi padre cogiendo la carne para ponerla a la parrilla.

-Supongo que bien, tampoco he hecho mucho- me encojo de hombros.

-¿Y como está Carla?-pregunta y me acerco al cubo con hielos donde guardamos las cervezas.

-Esta finde se fue con su madre al pueblo-digo dándole un botellín.

-¿Sabes que Matías tiene novia?-dice dándole un sorbo a su bebida dejándome de piedra.

-Estarás de coña ¿no?-digo y niega con la cabeza sonriente-Joder, pero si había dicho que no quería novia.

-La hija del panadero-dice dándole la vuelta a la carne- Se lo dijeron a tu madre ayer, debe de estar esperando a que estemos todos en la mesa para soltar la bomba-dice sacándome una carcajada.

Los cotilleos de pueblo son los mejores.

Los chicos salen al jardín hablando con mi madre y se acercan a la barbacoa con nosotros. Le doy un sorbo a mi cerveza viendo como empiezan a hablar de la vecina de enfrente.

¡Necesitamos al gigoló!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora