𝑼𝒏𝒊𝒐́𝒏.

212 13 73
                                    

Busco un bóxer y un pans entre toda mi ropa y al hallarlos vuelvo a entrar al baño para vestirme, no me  pongo playera alguna, se que a Olivia le gusta que no me ponga alguna camiseta, salgo de nuevo y la observo fijamente, me acerco a la cama y me recuesto a un lado de Olivia, ambos quedamos mirándonos frente a frente.

-Oli —digo acariciando su rostro— gracias por este día, no creí que fuera así de especial.
-Oli —dice riendo, siempre nos causa gracia cuando nos decimos Oli el uno al otro— no tienes que agradecerme, tu estás ahí cuando te necesito, me salvaste la vida Oliver, veniste a sacarme el hoyo cuando nadie podía hacerlo, eres el hombre de mi vida, y eres lo único que tengo, eres lo único real que me queda en esta vida.
—veo como lágrimas comienzan a salir de sus ojos al igual que de los mios— Oli —digo en un suspiro.
-Lloro de la felicidad Oliver, tranquilo, es solo que, al morir mi madre una parte de mi murió y realmente quise dejar de existir, por eso tomé esa decisión pues sabía que no vendría nadie a quitarme ese dolor, y entonces... Apareciste tú, ese mismo día, en aquel bar, al verte mi dolor se fue, solo quería abrasarte y llorar sobre tu hombro y me dejaste hacerlo, me apoyaste y entendiste mi dolor, nadie más lo había hecho, Oliver eres el hombre de mi vida, no me importa lo que piensen los demás, yo te amo a ti, con esos años que tienes encima, te amo.
—sonrio ante lo que me dice— Oli, ¿sabias que el día en que te conocí había tomado una decisión?, tu me salvaste la vida primero, ese día sentía que mi vida no tenía sentido, todo lo que me gustaba comenzó a irritarme, estaba solo, mis amigos tenían mujeres por doquier, pero al verte a ti, moviste algo en mi, algo que nadie había hecho, fué ahí donde comprendí que la vida solo tiene sentido si es a tu lado, ¿qué importan unos golpes?, ¿unos insultos?, eso no es nada si te tengo a mi lado, por eso, ese día fui a buscarte, no podía más con él dolor de mi corazón por no tenerte a mi lado, no me importó nada más que no fueses tú, y lo volvería a hacer, por ti iría al otro lado del mundo, solo por ti, tú, la luz de mi vida, mi corazón, mi razón de vivir, lo mereces todo, por que eres lo mas maravilloso que tengo en la vida, tú y nada más, todo me deja de importar si estas a mi lado, por que mi mundo eres tú.

Ambos nos miramos fijamente sin decir nada.

-No he estado con nadie —dice abrazandome— esa es la respuesta a la pregunta que hizo Christoph hoy en la tarde.

Sonrio levemente al escuchar eso y poso mis labios sobre los suyos.

-Quiero que tu seas el primero Oliver, quiero que seas el único hombre con el que este por el resto de mi vida.
-Olivia, me haces el hombre más feliz, ¿qué más puedo pedir si lo tengo todo al tenerte a ti?.

Sujeto su delicada cintura sintiendo el borde de su ropa interior, ella me sonríe levemente para yo después levantarme y colocarme sobre ella, ¿Enserio está pasando esto?, La observo fijamente mientras sostengo con fuerza su cintura pegándola más a mí cuerpo, como si estar así no fuese contacto suficiente, observo su pecho bajar una y otra vez debido a su respiración, sus pupilas están dilatadas observandome fijamente, esperando a que yo haga algo, sus mejillas tienen un color rojizo que solo la hacen ver más hermosa, beso sus labios creando un camino por su cuello, su respiración se agita al igual que la mía, nuestros corazones laten al mismo son, como si fuese melodia, sujeto los bordes de la camiseta para después subir esta y quitarla del cuerpo de mi amada, dejándome ver así su hermoso y delicado cuerpo, la observo detenidamente, sonriendo al observar la perfección en persona, ella desvía su rostro hacia otro lado, está avergonzada, lo sé, pero no tendría que avergonzarse, ella es hermosa.

Acaricio su piel, delicadamente como si fuesen pequeños pétalos de flores que recién comienzan a crecer, siento como se estremece con mi tacto, continuo quitando lo poco que le queda de ropa dejando su cuerpo desnudo solo para mí, ¿realmente haré esto?, ¿es real?, tengo al amor de mi vida ante mi, tan indefensa, mostrándome lo hermosa que es, solo a mi, soy y espero ser el único que pueda verla así, que pueda observar su hermosura y su delicadeza, que pueda sentirla y tocarla hasta hacerla estremecer.

𝙎𝙄 𝙉𝙊 𝙏𝙀 𝙃𝙐𝘽𝙄𝙀𝙎𝙀 𝘾𝙊𝙉𝙊𝘾𝙄𝘿𝙊Donde viven las historias. Descúbrelo ahora