17• a day of girls calms the tide.

2K 131 43
                                    

Narra Lili.

Un largo bostezo se oyó por toda la habitación, me froté los ojos con los puños mientras me levantaba.

Abrí mis ojos, la luz en la habitación lograba cegarme un poco, me quedé quieta hasta que me acostumbrará a la claridad de el lugar.

Cuando por fin logre ver todo realmente claro, me miré, mi cuerpo estaba envuelto en una manta blanca, me encontraba en ropa interior.

Miré extrañada.

Volteé a mi lado, tratando de guiarme a lo que estaba pasando, encontrándome así con un bulto envuelto en mantas y almohadas.

Quite algunas de aquel lugar, encontrándome con la carita de Cole aún dormida.

Sonreí enternecida, hasta que recuerdos de la noche pasada llegaron rápidamente a mi memoria.

Mi pulso cambió, agitandose, me levante rápidamente de mi cama mientras un sonrojo adornaba mis mejillas ahora pálidas.

Rápidamente entré al baño de mi habitación cerrando detrás de mí la puerta y apoyándome en el marco de esta.

Mientras calmaba mi respiración me dediqué a pensar en lo de anoche...

¿Acaso eso era bien? No somos nada...

Él normalmente hace esas cosas con las chicas, las seduce, tienen sexo y las deja botadas... ¿Era eso bien? No, obviamente no.

Y tal vez yo... seguí los pasos de aquellas chicas.

Pero lo mío era diferente, a mi me gusta y se que le gusto... ¿No era tan malo viéndolo de esa forma, verdad?

Con los pensamientos aún en mi cabeza, me desvestí.

Lentamente entré a la ducha y la abrí.

El agua empezó a recorrer mi cuerpo mientras más pensamientos se adornaban en mi cabeza...

Esto será largo.

Abrí la puerta del baño, me encontraba ya vestida y la toalla de secarse estaba envuelta en mi cabello.

Salí a paso lento, cuidadosamente, tratando de que Cole no me notara.

Cuando logre salir y cerrar la puerta causando ningún silencio me di cuenta de que Cole ya se encontraba despierto.

Pero la cosa es que... Cole ya no se encontraba ahí.

No había rastro de él en mi habitación, así que decidí moverme libremente y dejar un par de cosas en mi cama.

El timbre de la casa había sonado, yo me encontraba abajo hablando con Dylan y tratando de que mi incomodidad con Cole desapareciera.

Cuando salí de mi habitación, decidí bajar a desayunar, tenía tiempo libre ya que hoy las clases empezaban una hora más tarde.

Abajo me encontré a Cole hablando con su gemelo, ambos al verme callaron y me miraron incómodos.

El ambiente estaba lleno de incomodidad después que llegue, pero al menos pude romper aquella burbuja con Dylan.

Ahora me encontraba abriendo la puerta de la propiedad, ya que, yo me ofrecí a abrir la puerta.

Al otro lado de el marco de la puerta se encontraban Madelaine, Vanessa y Camila.

Las miré confundida- ¿Que hacen aquí?

- ¿No es obvio? ¡Te venimos a buscar! -Gritó Camila.

- ¿A mi? ¿Para lo de la tarde de compras? -Pregunté- ¿No era a las cuatro?

𝗧.𝗠 𝗟.𝗠 [EN EDICIÓN Y PAUSA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora