07┊𝐁𝐢𝐭𝐜𝐡

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- Traten de llamar a Lili -sugirió la señora Reinhart, temía que algo le pasara a su niña, a su hija.

Tess asintió mientras buscaba su teléfono para llamar a su hermana, cuando lo encontró le hundió al botón de llamada. Colocó el altavoz para que los demás escucharan por si llegaría a contestar.

Un tono, nada.

Dos tonos, Lili contesta.

Tres tonos, llamada colgada.

Le habían colgado.

- Mamá, no contesta. -se quejó, la señora Reinhart la miró preocupada.

¿Por qué su hija se habrá fugado así como así?

- ¿Donde es que vivía Cole? -Ambas chicas iban caminando de la mano por un jardín realmente grande, llevaban hablando de temas varios desde hace un rato.

- ¿Por qué la pregunta? -Camila cuestionó, se le hacía raro que su amiga sacara a la luz algún tema relacionado con aquel chico.

Lili se encogió de hombros- curiosidad.

La brasileña la miró aún sin creer, sin embargo terminó diciéndole la dirección, Lili sonrió al oírla depositando un beso en la mejilla de su mejor amiga- ¡Gracias, Cam! No sé que haría sin ti.

Aquella dirección...

Le indicó al uber que le llevara a la dirección conocida, sonrió mientras le agradecía internamente a su amiga por decirle aquello. Su sonrisa terminó volviendo una nostálgica, cuanto la extrañaba.

Hablando de extrañar gente, es verdad, apenas se había ido en la mañana pero le hacía falta oír los gritos de sus hermanas o su mamá dándole mimos para despertar.

Pero sabía que no debía encontrarse con su familia durante estos días, tenía unas reglas que debía cumplir y rompió.

Oh, las reglas... las malditas reglas.

La primera regla y la más importante: No dejar de tomar las pastillas.

Esa mierda le hacía mal, era como estar en un sueño despierta pero... sabia que ocurría si no se las tomaba.

Y no sabia cual era peor.

El camino fue largo pero finalmente llegó, el carro se detuvo al frente de una gran casa de dos pisos. Lili sonrió mientras agarraba algunos billetes para pagar.

Bajó del vehículo mientras veía como se iba, agarró su mochila entre sus manos para empezar a caminar hacia la puerta de esa casa.

Tocó tres veces esperando que le abrieran, unos pasos se oyeron al otro lado de la puerta. Organizó su vestido y su cabello tratando de parecer presentable.

𝗧.𝗠 𝗟.𝗠 [EN EDICIÓN Y PAUSA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora