Capitulo 41

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Chris regresa a la habitación con una bandeja de comida.

- Toma come algo?
- De dónde sacaste esto?
- Del hotel, lo trajeron hace un rato... Vamos come.
- Tú no vas a comer? Hay suficiente para los dos.
- Tal vez más tarde. - me dice

Me llevo un bocado de comida a la boca está delicioso, levanto la mirada y lo veo observándome.

- Cómo te sientes? - me
pregunta
- Estoy bien. Deberías probar esto está delicioso.

Le ofresco un poco y él acepta, lo prueba y comenzamos a comer juntos, después de comer levanta los platos y los lleva a una pequeña cocina que hay en el barco, regresa a la cama se mete en ella me rodea con los brazos por detrás, me besa el pelo con suavidad e inhal profundamente.

- Duérmete, amor - me dice.

La luz que inunda la habitación abro los ojos. Es una bonita mañana puedo ver el mar por la ventana es una vista maravillosa, pero no más que la que tengo a mi lado Chris está profundamente dormido, me sorprende que esté todavía en la cama. Observo rostro está relajado. Sus labios gruesos y perfilados, están ligeramente abiertos, y su pelo alborotado.
Cómo puede ser alguien tan perfecto? Podría pasarme el día contemplándolo. Tomo mi teléfono veo la hora aún es temprano. Reviso mis mensajes y veo un par de Scarlett, no me acordé de ella en toda la noche. Se suponía que le enviaría un mensaje cuando llegaramos. Mierda va a matarme. Me pregunto cómo le irá con Sebastián? Trato de levantarme de la cama despacio pero Chris se despierta.

- Buenos días! - Le digo
- Buenos días! Como dormiste?- me pregunta.
- He dormido bien. Y tú?
- También yo cuando volví a la cama. - dice
- No puedo imaginar porque. - le digo. - Tienes hambre?
- Mucha! - me contesta con una mirada intensa y creo que no se refiere a la comida.

Trato de levantarme de la cama pero no me lo permite.

- A dónde vas? - me pregunta.
- Voy hacerte el desayuno.
- No! No! Tu te quedarás aquí, yo
voy a hacerte el desayuno, hoy vas a cansarte más todavía, quiero estar seguro de que estés preparada físicamente.

Al escucharlo decir eso, me tape con el edredón para ahogar mis gritos. Al ver mi reacción, Chris se rió a carcajadas.

- Tu quieres matarme verdad?- le dije metida de bajo del edredón.
- Sí... Se podría decir que sí. - me dijo riendose. - Quedate aquí.

Chris luchaba con torpeza tratando de freír dos huevos. Se preguntaba cómo Natali parecía hacerlo sin esfuerzo. Estaba en la cocina con el ceño fruncido, freír dos huevos parecía ser el mayor de sus problemas en este momento. Desde la habitación se podía sentir el olor a quemado,
veo la camisa blanca de Chris en el suelo y me la pongo. Me dirijo a la cocina descalza. Entro a la pequeña cocina y veo los dos huevos quemados, no puedo evitar reírme mucho.

- Este es el desayuno que hiciste para mí?
- Déjame intentar de nuevo. - dijo Chris claramente avergonzado.

Tomó los huevos restantes de la caja, pero lo detuve, Chris no rechazó mi ayuda esta vez, pensó que podría arruinar todo si lo intentaba de nuevo.

- Déjame ayudarte. Quieres unas tortillas con tocino y huevos?
- Suena muy bien. - dice Chris
- Busca los manteles individuales.
- Bien. Quieres que ponga música?
- Me parece bien.

Chris abre un cajón, saca dos manteles individuales y los coloca en la barra. Se apoya sobre la barra y me observa preparar los huevos con destreza.

- Cómo quieres los huevos? - le pregunto.
- Muy batidos. - me contesta

Sigo batiendo los huevos con más fuerza, intentando ocultar mi sonrisa. Es difícil no
volverse loca por él, especialmente cuando está tan juguetón, lo cual no es nada frecuente. Echo el huevo batido en el sartén dónde tengo el tocino, les doy la vuelta, unos minutos después la cocina se llena con el aroma de la comida.
Cuando me vuelvo, hay zumo de naranja en la barra, y Christ está
preparando café.

La Sustituta.. El EngañoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora