Comienzo.

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Danielle volvio tan casada que se quedó dormida sobre el sofá mientras preparaba la cena, al terminar Lila y ella fueron a dormir, yo me sente en mi cama con la computadora en mis piernas dispuesta a comenzar a escribir.
Luego de una hora y media solo tenía escrita una oracion, mire que ya eran las tres de la madrugada por lo que deje todo al costado y me dormí.
El día amaneció tan soleado que arruinaba mi perfecto sueño donde estaba en Hawai con Pierce Brosnan.
Fui hasta la cocina y preparé café para todas, a los minutos recibí una llamada de Jodie.
-Hola linda-dijo a penas conteste.
-Qué pasa morocha?
-Estas ocupada? Necesito hablar con alguien.
-Por supuesto que no, preparaba café, ven a mi departamento-dije colocando la taza en la mesada.
-En veinte minutos estoy allí-dijo colgando.
Lila despertó con malestares matutinos, luego de que tirara la cadena la oí arrastrando sus pies hasta la cocina, apareció frente a mí con una cola de caballo y un vestido gigante.
-Odio vomitar-suspiro sentandose en el desayunador.
-Se percibe hasta aqui tu aliento a vómito-sople el aire frunciendo el ceño-La pasta dental no le hace mal al niño.
-Que graciosa, iba a lavarme los dientes luego de comer algo. Porque me voy a bañar-dijo jugando con sus manos.
-No, duchate ahora. Jodie viene para aca y no quiero que mi departamento huela a vomito-señale el pasillo-Bañate.
-Ahora vuelvo-dijo rodando los ojos.
Sonreí de lado, Dani llegó conmigo y se sirvió café en silencio, la mire sobre mi hombro y sonrei lentamente.
-Qué pasó fresa?
-Estoy cansada-murmuró con voz ronca.
Unos golpecitos en la puerta nos interrumpieron y me aparte de ella yendo a abrir.
Jodie se abrió paso al departamento sonriente, se paro junto a Dani y me miro sin quitar esa cara de felicidad.
-Y a tí qué te pasó?-pregunte acercandome.
-Bastian me pidió ser su novia.
-Eso es bueno?-inquiri apoyandome en mis codos.
-Muy bueno-asintió.
-Perfecto, es justo la excusa que necesitaba para beber y drogarnos en día de semana-sonreí elevando los brazos.
-Tú siempre bebes en día de semana-frunció el ceño Dani.
-Pero ahora vendrán las chicas-señalé-Déjame buscarle un motivo a mi felicidad.
Les serví café y las cité a todas a las ocho treinta de la noche o tarde, ni idea como se diga.
La primera en llegar fue Scar, luego Eli y Katrina llegaron juntas y al cabo de minutos todas ya estabamos listas. Abrí una botella de vino sirviendo todas las copas excepto a Katrina y Lila que bebían una gaseosa.
-Qué nos hace reunirnos aquí?-preguntó Eli.
-Jodie y Bastian son novios-señalé.
-Y eso nos hace celebrar por?-preguntó Scar.
-Porque sí. Cualquier motivo es bueno para beber-exclamé.
-Bien... entonces empecemos-sonrió Eli.
Luego de una hora de beber nos dirigimos hasta un bar cerca, Sphinx nos esperaba en la puerta, todas entramos colocandonos en uno de los privados. La dueña de las sirenas pidió una ronda de tequilas.
-Ahora estan todas casadas-sonrió luego de que la ultima dejara su chupito en la mesa.
-No, yo y Lila no-negué.
-Bien, es hora de un brindis por la nueva pareja-sonrio Katrina extendiendo su gaseosa.
La mire frunciendo el ceño.
-Con esa cosa no hagas un brindis, siento que es un insulto-negue.
-Okay, olvidenlo-se paro Scar.
Todas comenzaron a beber, primero una ronda de mojitos, luego una ronda de tekilas, la pastillita que traía en  mi organismo comenzaba a hacer efecto y sus caras comenzaban a deformarse entre risas y chistes, pidieron otra ronda de tekilas. Mi telefono sonó, era un mensaje de Caleb.
Y allí volvía otra vez la magia, esa ligera chispa de amor a todo lo que él era o hacía.
Llegó al bar con una camisa azul marina arremangada hasta sus codos y desprendida en los primeros botones. Como la primera vez. Su cabello estaba alborotado y sus ojos me miraban contentos.
Yo también te extrañé.
Aaron, Bastian y Spencer llegaron detrás de él, al cabo de una hora todas las chicas estaban en pareja, incluyendome. Camine hasta el privado donde estaba Katrina y Dani hablando.
-Han visto a Sphinx?-pregunte desplomandome en el asiento.
-Se fue cuando llegaron los chicos-señaló Dani.
-Cariño, estas bien? Luces muy mal-dijo Katrina asomandose levemente hacia mí.
-No, tomé una pastilla y creo que no debí beber tanto-reí apartando mi cabello.
-No deberías beber si tomaste una pastilla-negó la pelirroja.
-Estoy bien, lo juro-asentí apoyandome en el respaldo.
Scarlett se asomo sonriente con Aaron detrás de ella, me señaló la puerta y guiñó su ojo.
-Creo que la mayoría se está yendo-dijo Dani- Yo buscaré a Derek y nos iremos a su departamento.
-Ustedes me tienen cansada estupidas, siempre piensan en sus novios, me voy a la mierda-exclamé parandome tambaleante hasta la barra.
Oí a Katrina gritar mi nombre, se oía lejano, bajito, el piso se tambaleaba o quizas mis piernas se tambaleaban, miré a mi derecha, había una silueta caminando hacia mí. Mis pies fallaron otra vez y caí, entre los brazos de otro desconocido, creí oir la voz de Caleb y sonreí.
Mis ojos no podían más, mi pecho estaba hinchado, cansado de contener el nudo que se había formado. ¿Por qué?  ¿De qué?
Ya no impprta.
Terminé de cerrar los ojos y me fuí, a donde sea que iba siempre que bebía hasta desmayarme.

Final de la Dinastía PirataDonde viven las historias. Descúbrelo ahora