Lila.

20 3 2
                                    

Mire asustada hacia ambos lados, buscando qué hacer, a lo lejos vi acercarse a Luke, me miró frunciendo el ceño y yo le abrí los obos preocupada logrando que acelerara el paso.
-Qué pasó?-dijo llegando con nosotras.
-Tiene contracciones-señale asustada.
-Contracciones cada dos minutos-puntualizo tocando su vientre y mirando su reloj-El bebé esta en camino, hay que ir al hospital.
Él cargó a Lila en su auto, corri con las maletas y cargué todo, por último mi bebe, al que subimos en el asiento delantero para que yo pueda ir con Lila atrás.
De alguna forma aceleró para que llegaramos lo antes posible, él bajó con Lila y yo me encargué de cerrar el auto con la ventana un poco abierta para que Tyson no se sofocara, corrí hasta el ascensor y subí al piso tres.
A penas las puertas se abrieron ví a los medicos pasar con Lila en una silla de ruedas, me acerqué a ellos pero antes de entrar me pararon en la puerta.
-Sólo puede pasar el padre-negó la enfermera colocandose su barbijo.
-Haga de cuenta que soy yo-intente pasar pero volvió a retenerme con el brazo-Me está jodiendo? Ese bebé no tiene padre, yo soy su mejor amiga tengo que estar con ella-exclamé molesta.
-Lo siento señorita, no puede-negó.
-Dejela pasar Edwards-dijo Luke llegando a mi lado.
Entré luego de colocarme todo el equipo y el barbijo, Lila revoloteó los ojos roja por la fuerza y estiró su mano para que la tomara.
-Ya llegué linda, no pasa nada-dije apretando su mano.
-Como que no pasa nada? Me estan sacando a un elefante por la vagina-gritó apretando aun más.
-Es solo un bebé, no pasará nada-reí nerviosa-Cuanto más durará esto? Me esta amputando la mano-murmuré girandome a ver a Luke.
-Algunos duran horas si es que no hay suficiente dilatación-dijo riendo.
-Sácale al elefante-exigí apretando los dientes.
Él se rió terminando de colocarse los guantes, dio media vuelta y comenzaron con el trabajo de parto, Lila a mi lado gritaba maldición tras maldición. Hace alrededor de veinte minutos que dejé de sentir mi mano, creo que ya no forma parte de mi cuerpo.
Veía a las enfermeras ir y venir con gasas e instrumentos raros, hasta que las caminatas cesaron y la habitación quedó en silencio. Un agudo llanto nos interrumpió, Luke nos miró y señaló a la enfermera que se acerco hasta mí con el bebé.
-Es hermoso, Lila-la mire sonriente.
-Es hermosa Alaska -me miro estirando las manos.
-Es nena?-reí- Es divina-le tomé la mano.
Luke miró unas pantallas a su lado y volvió a donde estaba con el ceño fruncido, la enfermera se llevó a la bebé a las salita, en el momento en que toda la habitación se tensó.
Las maquinas comenzaron a pitar y yo miré a Lila preocupada.
-Qué pasa?-ella comenzó a cerrar los ojos.
-La he sedado, vas a tener que salir un momento de la habitacion Alaska-informó Luke mientras unos enfermeros me empujaban hasta la puerta.
-No. Luke, que pasa? Está todo bien?-exclamé forcejeando.
Me sentaron en la sala de espera, yo miraba mis manos asustada, nadie había salido por diez largos minutos, enfermeros entraban y salían pero nadie se detenía para hablar conmigo.
El miedo recorría cada fibra de mi ser, mientras yo estaba petrificada en una silla de espera.
Una enfermera salió y la intercepté sin dejarle opción acorralandola para que diga algo.
-Qué está pasando?-exigí.
-La señorita está teniendo una emorragia que tratamos de parar-Dijo rendida.
-Estará bien?-insití.
-Hacemos lo que podemos-suspiró yendose.
Me senté en la silla agotada, era imposible, sentía mi sangre agolparse en mi cerebro, punzando, palpitando en una horrible proxima migraña.
La luz de la señal de la sala cambió a color verde y vi salir a Luke lentamente quitandose el barbijo con la cara igual a mí.
-No podemos detener la emorragia...-negó.
Me paré sin dejarlo que dijera algo más y entré empujandolo, me arrodillé junto a su camilla apretando su mano para que me mirase.
-Estoy aquí, estoy aquí Lila-tartamudeé con voz quebrada.
-Se llama Iris-murmuró sonriendo de lado con una lágrima cayendo por su mejilla.
-No digas eso, tú le registrarás su nombre y vivirán conmigo-negué riendo con lagrimas escapandose de mis ojos.
-Perdón Alaska-sonrió.
-Tienes que salir Alaska-dijo Luke tocando mi hombro.
Me moví quitando su mano mientras me giraba a verlo.
-Ella estará bien-asentí llorando.
-Alaska-me llamó apretando mi mano-Las amo.
Un pitido comenzo a sonar constante, las enfermeras se alarmaron y corrieron con Luke.
-Está sufriendo un paro cerebrovascular doctor.
-Tienes que salir Alaska, ahora-gritó el.
Besé su mano y volvieron a sacarme.
Me quedé sentada en posición fetal junto a la puerta, creo que nisiquiera podía respirar.
A los quince minutos la puerta se abrió, dos enfermeras salieron casi volando sin notarme en el suelo, volví la vista a mis pies, cuando ellas llegaron traían un folio, entraron y me dejaron ahí de nuevo.
Nada. Sin decirme nada.
Ella no puede, no va a dejarnos solas.
Dos pies se pararon junto a mí, elevé la vista y ví a Luke con el mismo folio parado mirandome.
-Y Lila?-pregunté con la voz temblorosa parandomé.
-Alaska...-murmuró- Lo siento.
Eso fué, fué todo. Mi mundo cayó, mi respiración paró, mis piernas fallaron y caí sobre él rompiendo en llanto.
No es real. No puede serlo.
-Lila sabía que ésto podría pasar, me pidio que te diera esto-dijo cuando me apartaba lentamente-Son los papeles para que seas la tutora legal de la niña.
Tomé el folio, tres lagrimas lo mancharon, lo apreté contra mi pecho tratando de calmar el ardor que tenía.
Él se acercó a abrazarme nuevamente sobando mi espalda.
Me aparté de sus brazos como pude y tomé el teléfono tembloroza llamando a la primer persona que tenía en mente.
-Hola nena, ya llegaron?-contestó alegre.
-Scar-tomé aire tratando de normalizar mi voz-La bebé ya nació.
-En serio-exclamo contenta-Estás en alta voz dinos todo-oí que exclamó Eli.
-Scar... no puedo-suspiré con la voz quebrada de nuevo-Ella no.
-Alaska qué pasa?-dijo ella en tono serio.
-Lila... Lila murió-lloriqueé sintiendo mis piernas caér nuevamente.
La línea quedó en completo silencio, sólo se oía ahora otro llanto acompañando el mío, Luke me tomó por los hombros.
-Murió Scar-exclamé tomando aire entrecortada.
-Alaska, cálmate, ya vamos para allá-dijo alarmada. También sentía su vos triste.
-Cómo hago?-exigí- Cómo hago para que este maldito nudo en mi garganta se vaya? No es verdad Scar, esto no puede ser verdad-grité con mi voz temblando aún más.
-Perdón por no estár allí-dijo ella.
-No lo soporto Scar...
El teléfono se resbaló de mi mano y cayó al suelo, me tiré a su lado colocando ambas manos a junto a él, agaché la cabeza dejando caer las lagrimas tranquilas.
Luke me agarró por los hombros tratando de levantarme, pero mi cuerpo estaba tan pesado...
Desde el fondo salió un grito que rompió mi alma en dos.
Ella ya se fué.
No le dije que también la amaba. No lo dije. Otra vez.
Lila...

Final de la Dinastía PirataDonde viven las historias. Descúbrelo ahora