Las doce llegaron como una patada en mi trasero acalorado, Lila y Elizabeth estaban en casa ya listas para la salida de esta noche, Katrina no podía venir, Scarlett y Jodie llegarían directamente al bar.
Extinción estaba repleto esta noche, todas fuimos hasta la terraza buscando a Sphinx, la sirena estaba haciendo una competencia de chupitos en el centro con todas las demas Sirenas. Me acerqué tocando su hombro, ella giró sonriente y me abrazó, saludó a las chicas y volvió a beber.
Danielle y Mona llegaron a los minutos, ella era tan delicada y femenina, incluso aún más que Dani. Traía una falda rosa y una remera dorada con su cabello castaño atado en un rodete.
-Chicas, ella es mi hermana, Mona-señaló.
-Hola-sonrió agitando su mano contenta.
-Un placer conocerte-dijo Lila.
-Te oímos cantar en el bar esa vez, que linda voz tienes-sonrió Eli.
-Gracias-dijo sonrojandose.
Una llamada llegó a mi teléfono, era Scar.
-Donde estan?- preguntó elevando la voz.
-En la terraza, ya bajamos-colgué.
-Vamos a beber?-sonrió Eli emocionada.
Tomé las manos de ambas y bajamos a buscarlas en el privado donde estaban sentadas, pedimos una ronda de tekilas.
-Por qué Katrina no viene?-preguntó Eli.
-Dice que no quiere pertubar al bebe-respondió Scar rodando los ojos.
-Lila tiene cinco meses y está aquí-señaló Jodie.
-Hay personas más sensibles-rió Lila encogiendose de hombros.
-Jodie dinos, qué tal va la relación?-sonrio Dani cambiando de tema.
-De la mierda-me burlé.
-No me gustan los chistes con caca de por medio-dijo mirandome molesta.
-Aún sigue sensible por eso-me guiñó un ojo Scar.
-Él debería estarlo, y aún así ahora son novios-señaló Eli.
-Alaska ya te cogiste al médico de Lila?-preguntó Scar.
-Por supuesto-exclamó Lila a mi lado.
-Dios, ese sujeto está más que bueno-exclamó Scar.
-Ella es la única que la hizo bien-señaló Eli.
-Te casaste. Supongo que estás feliz con esa desicion-la mire.
-Es un decir estúpida-rodo los ojos.
-Danielle tu hermana es una monja o por qué no bebe?-preguntó Jodie.
-No, es solo que eso es muy fuerte-nego ella apresuradamente.
-No sabía que ella era una lady-dijo Scar.
-Eso está muy fuerte-chillo.
-Tú bebe y mañana me dirás si está fuerte-se rió Eli.
-Parece la puta Lady Di-fruncí el ceño-Escúchame con atencion Mini-me incline sobre la mesa.
-Es Mona.
-No interesa-negué-Voy a esperar a ponerte lo bastante ebria como para que al final de la noche ni siquiera notes la diferencia entre eso y un trago de gasolina.
-Yo no beberé tanto-miró a Dani.
-Oh... créme que lo harás-reí mirando a las chicas.
-Y el trago de gasolina es verdad-señaló Elizabeth.
-Te limpia el estómago de una forma casi espeluznante-asintió Scar.
-La única vez que lo hicieron fue con Katrina-replicó Lila- terminó internada.
-No quiero que me internen-negó.
-La forma que se te limpia el estómago es cuando lo hacen en el hospital-le guiñé el ojo.
Mona miró asustada a Dani esperando que le diga algo, todas nos reímos de su expresion, era tan adorable, es tan parecida a su hermana.
Sphinx hizo su aparición bajando las escaleras, tres sirenas venían con ella, elevé la mano y le hice señas para que se acercara.
-Ya están ebrias?-preguntó sonriente parandose frente a nuestra mesa.
-Estabamos calentando, nunca me pondría ebria sin tí Sphinx-reí elevando una ceja.
Ella se carcajeó cruzandose de brazos, paseo la vista por todas nosotras y se detuvo mirando a la hermana de Dani casi atónita.
-Qué haces aquí?-dijo cambiando su cara a una sonrisa.
-Vine con mi hermana-señaló a Dani.
-Eres hermana de la frutilla?-se carcajeo.
-De donde se conocen?-preguntó Danielle confundida.
Las demás sirenas desaparecieron y Sphinx sonriente se sentó junto a Elizabeth empujandolas a todas un poco más.
-Mona es mi novia-elevó una ceja.
Todas se quedaron boquiabiertas, a pesar de la música alta sentíamos como si no hubiese sonido alguno a parte se la respiracion pesada de Danielle que en cualquier momento se moría.
-Mona, por qué no me dijiste?-se giró a verla.
-Por eso acepté venir, para presentarlas, pero ya se conocen.
-Hablaremos luego de esto-la señaló.
Sphinx se llevó a la hermana de Dani a pedir un trago en la barra, la frutilla estaba estática, muda, Scar le agitaba la mano frente al rostro sin recibir reaccion de ella. Elizabeth le colocó una mano en el hombro mirandola con lástima para luego robar su chupito y beberselo todo.
Una llamada entrante desvió mi atención de la tragicomedia de Danielle a mi celular. Era Caleb.
-Ya llegaste?-pregunte parandome.
-Estoy entrando, dónde estás?-preguntó elevando la voz.
-Del lado derecho de la barra, junto a los cubículos privados.
-Ya te ví-colgó.
Me quedé esperandolo parada junto a las chicas que inducían a Dani a beber de todo lo que se encontraba en la mesa, Caleb llegó hasta mí y me saludó con un incómodo beso en los labios. Nos apartamos y le fingí una adorable sonrisa.
-Cómo es que tienen un cubículo privado?-pregunto ladeando la cabeza.
-Conozco a la dueña-señalé a mi espalda.
-Conoces a la dueña?-se rió asombrado.
-Si, se llama Sphinx, pero hay algo un poco más importante que quería hablar contigo y es por eso que te cité aquí-sonreí nerviosa.
-Qué?
-¡Sphinx! Ven un segundo sirena-exclamé llamando su atención.
-Para qué me vas a presentar a la dueña? No es necesario-sonrió de forma incómoda.
-Ya cállate, Caleb-lo miré de reojo.
Sphinx caminó decidida, emanando ese aura de confianza y liderazgo que la caracterizaba, su cabello morado se ondeaba con cada paso que daba hacia nosotros. Se paró junto a mí y me miró sonriente.
-Qué pasa Alaska?-elevó un poco su cabeza- Este te está molestando? Puedo pedir que lo saquen-dijo cambiando su porte a una mucho más amenazadora.
-Caleb, te presento a Sphinx, o mejor conocida como Savannah Buchannan.
Ella se giró lentamente a verlo, al parecer su nombre le resonaba, pero no tanto como él. La miraba petrificado, su hermana estaba allí, finalmente su hermana estaba allí.
ESTÁS LEYENDO
Final de la Dinastía Pirata
أدب نسائيCuando era adolescente, recuerdo que estaba sola en casa y aprovechaba de encenderme un cigarrillo, me paseaba bailando o cantando por todas partes, como si nadie fuese a notar el olor, nadie lo hacía. Lo peor de todo fue cuando me pillaron, pensab...