Parte 24: Un tipo extraño

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Tommy todavía tenía su escayola puesta en el ala, por lo que no podía ejercer todas sus funciones en el ayuntamiento. Tenía tiempo libre.

Pero como no sabía qué hacer exactamente decidió visitar a Ankha.

"¡Ankha! ¡Ankha!"

"¡Son las ocho de la mañana! ¡¿Qué quieres?!" - gritó desde su ventana

"¿Quieres ir por castañas?"

"¡No! ¡Quiero dormir!"

"De acuerdo..."

"Uffff..."

"¡Volveré más tarde!"

"¡Largo de aquí!"

El gorrión estaba acostumbrado a estar activo a esas horas por su trabajo. Así que regresó a su casa donde Katrina estaba despierta.

"Buenos días, Tommy, ¿Ankha no estaba despierta?"

"No, por lo visto se levanta más tarde"

"Podrías quedarte en casa y descansar un poco"

"Es que estoy acostumbrado a salir, no a estar quieto"

"Pero si muchas veces te veo echando una siesta en la playa"

"Me quedé dormido sin querer..."

"¿Y si vas a ver a Bloody?"

"Creo que está ayudando a su padre fabricando espejos"

La pantera dejó unos gofres delante del chico para que pudiese desayunar y luego se sentó frente a su bola de cristal.

"¿Qué tal si vas al museo?"

"El museo... podría ser divertido"

"Así puedes visitar a todos los insectos que llevaste a Sócrates"

"¡Es una gran idea! ¡Me voy ahora mismo!"

"Recuerda no molestar demasiado a Sócrates, ¿de acuerdo?"

"De acuerdo, no molestaré a quienes trabajan en el observatorio"

"Y tampoco a quienes lo visiten"

"Vaaaale... no molestaré a nadie"

"Esta noche seguro que cenamos mazorcas de maíz, puedes invitar si quieres a Ankha"

"Bien, pero igual no acepta"

"¿Y eso?"

"No está muy familiarizada con los gestos positivos"

"No seas tan exagerado"

El gorrión marchó corriendo hacia el museo, donde se encontró a Estrella en la recepción y a un aldeano que no esperaba ver allí.

"¡Señor Conejo!"

"........"

"No sabía que había regresado de Gatlin..."

"........"

El individuo era un conejo con enormes cuencas negras por ojos y rostro inexpresivo. Un aldeano bastante veterano en Villa Raíz.

"........."

"¿Si? Se lo diré a Katrina cuando vuelva"

"........."

"Ah, vale, entonces se pasará luego..."

"........"

"Sí, espero verle más a menudo por aquí"

"........"

"Adiós, señor Conejo..."

"........" - se marchó en silencio

"Qué tipo tan raro ese..."

"El señor Conejo no es raro"

"Por si te has fijado siempre dice cosas raras y tiene esa paranoia con el maíz"

"Tener hobbys está bien"

"Y luego están sus cuencas negras que te penetran el alma"

"¿Usted tiene alma? La señorita Canela decía que no"

"........"

"........."

"¿Va a estar callada por mucho..."

"Primero, no hagas caso a las perras como ella... segundo, no me metas en cosas turbias..."

"¿Turbias?"

"Corren rumores de que practica artes oscuras... y que cocina fatal..."

"No puede ser... ¿hay alguien que cocina peor que a señorita Canela?"

"Si cocina peor que ella no lo sé, pero lo dudo"

"Ya... ¿está el señor Sócrates?"

"Sí, pero está ocupado con la restauración de un fósil"

"Entonces tendré que dar una vuelta mientras el resto del pueblo despierta..."

"Mira que madrugar estando de reposo..."

"¿Y qué más podía hacer si no puedo trabajar?"

"Empiezas a sonar como esa secretaria..."

"¿Eso es bueno o malo?"

"Tomatelo como quieras, pero ten cuidado con ese conejo"

"Seguro que no esconde nada siniestro o turbio"

Mientras tanto, Conejo acababa de llegar a su casa, pasando primero por la casa misteriosa y dejando una mazorca en la puerta de esta.

En su hogar simplemente apartó el maíz que iba a darle a Katrina y se fue a dormir.

Animal Crossing: Fanfic EditionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora