Animal Crossing: Fanfic Edition

Parte 113: Un atacante

Tommy se encontraba en su descanso, tomando un sándwich en compañía de Calm el camaleón. El sándwich en cuestión era de mermelada de fresas.

La mermelada de fresas, contraria a la creencia popular contiene mucho más calcio que vitamina c. Así como ser una excelente fuente de potasio.

"¿Dices que tu padre te está buscando trabajo?"

"Sí, dice que aunque soy joven vosotros tenéis uno..."

"¿Y qué tiene eso que ver?"

"Que quizás eso me... me ayude un poco a... ya sabes..."

"¿Ser menos tímido?"

"Entre otras cosas..."

"Podrías preguntarle al señor Betunio, él fabrica zapatos y la gente siempre va a comprar zapatos" - dijo el gorrión 

"¿Y qué tiene que ver eso con que me contrate?"

"Que seguro que tiene suficientes ingresos para contratarte y suficiente trabajo para que alguien le ayude"

"Oh... pues podría funcio..."

"¿Mmm? ¿Ocurre algo?"

"¿Quién es ese tipo de ahí?"

"¿De qué tipo me... oh..."

A unos pocos pasos se encontraba Conejo, quien acababa de reunirse con el alcalde Willis y ahora estaba dando un breve paseo.

Hasta que se topó con la dupla y les llamó la atención.

"Es el señor Conejo"

"Sí, sé que es un conejo..."

"No, pero también se llama Conejo"

"Eso... suena peculiar..."

"Es su religión y hay que respetarla"

"¿Reli..."

El camaleón notó que el tipo extraño de cuencas negras se le acercaba.

"¿Es peligroso?"

"No, siempre que no aparezcan un zorro y un cordero armados"

"¿Cómo dices?"

"Que en principio no tienes por qué preocupar..."

Pero Conejo, que estaba ya delante de él, no cumplió con dicho pronostico y en su lugar le dio un poderoso puñetazo al chico.

"¡Aaaahhh! ¡Duele!"

"¡Señor Conejo! ¡No pegue a Calm!"

"........"

"¡No! ¡No es un desconocido!"

"........"

"Eso es porque se mudó cuando usted estuvo fuera"

"........."

"Aich... creo que me ha dado en el ojo..."

"El señor Conejo te había confundido con un desconocido..."

"Pero aunque fuese un desconocido no estaba haciendo malo"

"........" 

"Parece que no lo había notado"

"¡Pues me parece algo muy..."

En ese momento el aldeano silencioso le dio otro puñetazo, el cual se centró curiosamente en el ojo semisano del camaleón.

"¡Ahhh! ¡Duele mucho!"

"¡Señor Conejo! ¡Pare ya!"

"........"

"¡Que no le guste el tono de su voz no es motivo para pegarle!"

"........"

"¡Por supuesto que no!"

"¿Cómo puedes... entenderle si no dice nada..."

"La señorita Canela me enseñó mecanografía"

"........"

"No, no vuelva a pegarle"

"Por favor, no me pegue de nuevo"

"........"

"Claro que no puede defenderse, apenas puede hacerse invisible unos segundos y es más flacucho que una hormiga"

"Tommy, creo que eso sobraba un poco"

"Estoy intentando que deje de pegarte"

"........"

"¿Ha dicho algo más?"

"Que ojala tuviese un hacha a mano"

"Un... un... ha... hacha..."

"Sí, dice que quiere cortar el melocotonero de ahí atrás"

"Uff..."

"........"

"Y con la madera del melocotonero hacer una maza y golpearte"

"¡Pero si yo no le he hecho nada!"

"........"

"Dice que odia el tono de tu voz"

"¿Y yo qué le hago? Es la voz con la que nací"

"........"

"Dice que no es tu voz precisamente, sino el tono con el que hablas"

"¿El tono? No le entiendo"

"........"

"No se quedará mucho tiempo, pero quizás vuelva otro día para hablar contigo..."

"¿Hablar?"

"Sí, y si sigues dándole asco te meterá una paliza"

"¡Pero yo no quiero que haga eso!"

"........"

"Que es tu culpa, que solo sigue la voluntad de quien camina..."

"Espera, siempre puedo poner una orden de alejamiento, ¿no?"

"Pues... por poder puedes, sí"

"........"

"........"

"........"

"¿Ha dicho algo o solo está callado?"

"Pues... lo siento, señor Conejo, pero no pienso traducirle eso"