Parte 134: Una petición

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Ya había pasado un año desde que Sócrates y Estrella comenzaron a tener algunas citas, siendo que la pelícana ya veía como normal salir con él.

Un día sin embargo Estrella se percató de que el búho no aparecía por la sala de descansos a la hora de almorzar.

"Estela, ¿has visto a Sócrates?"

"Debe de estar escaqueándose otra vez del almuerzo"

"Viejas costumbres..."

"Puedes ir a buscarle mientras yo termino de calentar la comida"

"De acuerdo... a ver dónde anda metido..."

La chica miró por algunas habitaciones, pero finalmente lo encontró en el acuario. La habitación estaba a oscuras, pero la luz de los acuarios iluminaba bastante.

"Al fin de encuentro"

"Estrella, ¿ocurre algo?"

"Te estábamos esperando para el almuerzo"

"Disculpa, pero he perdido la noción del tiempo"

"¿Qué haces aquí?"

"A veces vengo para pensar... es bastante relajante..."

"Sí, supongo que hay buena atmosfera" 

"De pequeño también venía a reflexionar"

"¿Sobre algo importante?"

"Muy importante..."

"¿Puedo saber de qué se trata?"

"Estaba... estaba pensando en nosotros..."

La mujer alzó una ceja al escuchar esto, sin saber si hablaba de algo bueno o de algo malo. Fuese lo que fuese se cruzó de brazos.

"Muchas veces oigo a la gente quejarse de ti cuando viene"

"Tengo una personalidad fuerte..."

"Eso les digo siempre, pero también les digo tu otro lado"

"Otro... ¿lado?"

"Claro, que eres una mujer maravillosa"

"........"

"Cuando era joven nunca fui demasiado social y conforme crecía me encerraba más en los libros, casi no hablo con los aldeanos"

"Lo noto..."

"Por eso mismo agradezco mucho todo lo que has hecho por mi"

"¿Lo que he hecho?"

"Sí, en cierto sentido... me enseñaste algo más que este edificio..."

El búho recordó en ese momento varios de los momentos que vivió con ella en ese año.

Entre esos recuerdos estaban las varias citas, ambos paseando juntos, incluido la primera vez que ella le besó. Y su sorpresiva reacción.

"Sócrates..."

"Muchas personas siempre dicen que eres insoportable"

"........"

"Pero yo no quiero imaginarme estar sin ti..."

"Qué caballero..."

"Por eso mismo" - la interrumpió algo nervioso - "Querría saber algo que me trae algo... algo... dubitativo"

"Y... ¿de qué se trata?"

El búho se levantó y se colocó en frente de ella. Sacó un pequeño estuche y se arrodilló delante de ella para su sorpresa.

"Estrella Pelícana... ¿me harías el honor de ser mi esposa?"

"........"

"Es... ¿Estrella?"

"Sí..."

"¿Sí? ¿Has dicho..."

"He dicho que sí" - dijo intentando aparentar tranquilidad - "Claro que... me casaré contigo..."

El búho abrazó a la chica, quien sonrió antes de devolverle el abrazo. Quizás no lo expresara, pero estaba muy contenta de lo que acababa de pasar.

De hecho Sócrates también pudo notar lo cálido que era el abrazo.

"El anillo es muy bonito"

"No... no tengo demasiado idea sobre este tipo de cosas..."

"¿Te ayudó alguien a escogerlo?"

"Pues... el señor Jigsaw de hecho..."

"Curiosa elección" 

Algo que le llamó la atención cuando se puso el anillo fue el mineral que tenía este incrustado, uno de color azul.

"Sócrates, querido" - dijo esto último por primera vez - "¿Qué mineral es este?"

"Oh, es un zafiro"

"¿Un zafiro?"

"Sí, siempre me has parecido una persona bastante tranquila y serena... incluso cuando empiezas a ofender a la gente"

"No sirve de nada exasperarse..."

"¿Ves? Me pareció indicado"

"Entonces el zafiro simboliza..."

"Bueno, simboliza la tranquilidad, serenidad y... sabiduría..." 

Estrella entendió entonces que ese mineral no solo la representaba a ella, sino también a aquel búho empollón que tanto le gustaba.

"Creo que es la elección perfecta..."

Animal Crossing: Fanfic EditionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora