Parte 61: Un bosque

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Era por la mañana, muy temprano, un niño estaba despertando en su casa y tras ponerse una camiseta roja bajaba las escaleras para desayunar.

Al bajar se encontró con un hombre poniéndose un chubasquero de color negro. Este se dirigió hacia la puerta y luego se volteó.

"Me voy a trabajar..."

"Vale, papá, ¿cuándo vendrá Suzie?"

"No lo sé... puedes jugar mientras con el melocotonero..."

"El... ¿el melocotonero?"

"Sí, el que está en el jardín..."

"........"

El pequeño se acercó tímidamente al árbol que tenían en su jardín.

"¿Y cómo juego contigo?"

"........."

"No te tengo miedo, solo eres un melocotonero..."

¿De verdad?

"¿Papá? ¿Suzie?"

Estoy delante tuya, niño...

"Melo... melo...."

Para ti señor Melocotonero...

Algo similar a unas manos de madera empezaron a salir del melocotonero, así como una cabeza y piernas. Como si saliese desde el interior de este.

Una de sus manos tenía largas y afiladas cuchillas en lugar de dedos y además portaba un sombrero y gabardina negras.

"Hola... niño..."

"Qué... qué... qué...."

"¿Qué ocurre? ¿No te gustan los melocotones?"

"No... no es ciert..."

"¡Porque tienes que comer fruta!"

Y un montón de melocotones salieron disparados contra el pequeño, que corrió para esquivarlos. Corrió y corrió hasta golpearse con algo.

"Aissh..."

"No puedes escapar de este bosque, pequeño..."

"Bos... bobobosque..."

"Jajaja... jajajaja..."

De repente el chiquillo estaba rodeado por un montón de melocotoneros.

"Muchos... hay muchos..."

¡Eh! ¡Mirad! ¡Es ese pringao otra vez!

¡Vamos a lanzarles melocotones!

"No... melocotones no..."

¿Qué ocurre? Solo es un poco... de fruta...

Y un montón de melocotones volvieron a lanzarse contra él, casi sepultándolo en un montón que solo le dejó la cabeza y torso expuestos.

"No puedo salir... papá..."

"Llamando a tu padre... ¿así pretendes librarte de tus problemas?"

"Snigg... snif..."

Y ese ser delgado y hecho de lo que parecían ser ramas apareció de nuevo.

Su rostro sin embargo se hallaba totalmente oculto por su sombrero y su voz era fría.

"Así nunca serás un hombre..."

"Yo soy un niño..."

"Ya... y esto es solo un bosque lleno de melocotones, ¿de qué tienes miedo?"

"........"

"Oh, ya veo... tienes miedo de que te los lance... de que te hagan más moratones..."

"........"

"Y por supuesto no puedes decirle nada a tu padre... ¿qué le haría a esos niños?"

"Sniff... snif..."

"¿Quizás matarla igual que mató a tu madre?"

"Lo que Suzie no es..."

"Es verdad... y lo sabes... pero tranquilo, voy a dejarte en paz..."

"........"

"Tan solo si envías un mensaje... de mi parte..."

Y el extraño ser alzó su mano con cuchillas para atinarle un tajo en todo el pecho.

En ese momento el alcalde Willis se despertó repentinamente en su cama, con Canela a su lado también levantada por la sorpresa.

"Arff... arf..."

"Ben, ¿ocurre algo?" - preguntó preocupada

"Solo ha sido... espera, ¿te he despertado?"

"En verdad estaba solo medio dormida..."

"¿Pensando otra vez en el trabajo?"

"¡Hay muchas cosas que tenemos que hacer!"

"Da igual..." - dijo aliviado - "El caso es que ha sido una pesadilla..."

"¿Una pesadilla? Tu no sueles tenerlas"

"Lo sé... y ha sido bastante rara..."

"¿Rara? ¿Cómo de rara?"

"Déjalo, no quiero pensar demasiado en ello..."

Y el humano intentó dormirse nuevamente, sin percatarse de que algo ocurría en su cómoda.

En el interior del mueble se encontraba su vieja camiseta roja, no usada desde hace años y en la cual podía verse unas rasgaduras que decían...

No os durmáis... 

Animal Crossing: Fanfic EditionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora