Parte 27: Un desconocido

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Era Martes y a Tommy le tocaba trabajar a jornada completa en el ayuntamiento. Era por la mañana cuando le mandaron arreglar el pomo.

Así que el gorrión intentaba arreglarlo con un tornillo y unas tijeras... sí, habéis leído bien, unas tijeras para arreglar el pomo...

"Señorita Canela..."

"¿Qué ocurre? Tommy"

"¿Está segura de que no tenemos ningún destornillador?"

"Teníamos uno, pero se lo llevó un aldeano y no la ha devuelto"

"Puedo ir a recuperarlo si quiere"

"No, no es necesario... las tijeras tampoco son una mala opción, ¿no?"

"Si usted lo dice..."

"Además, es solo un tornillo, no debería de dar pro... no diré nada..."

En todos estos años Canela parece ser que aprendió a no tentar a la suerte.

"Por cierto, ¿dónde está el señor Willis?"

"Oh, Ben ha ido a la estación a recibir a un aldeano"

"No sabía que venía un aldeano nuevo"

"No es nuevo... es un viejo vecino que ha estado ausente por unos años..."

En la estación de tren un murciélago se encontraba saliendo del anden, con la mirada fija en el suelo al ver que nadie había ido a recibirle.

"Parece que la cosa no cambia..."

"¡Eh! ¡Bram!"

"¿Alcalde Willis?"

"Bram, ha pasado mucho tiempo, ¿qué tal todo?"

"Bi... bien... no le esperaba aquí sinceramente"

"No digas tonterías, tenía el día apuntado en el calendario desde que me lo dijeron" - dijo sonriente - "Para eso están los amigos, ¿no?"

"Sí, supongo que tienes razón..."

Se había pasado años trabajando en Villa Raíz, pero a la hora de irse a otro pueblo no recibió despedida, cartas o similares.

Pero le alegró ver que el alcalde al menos le recordaba.

"Dime, ¿qué tal todo por Pueblo Biscuit?"

"Bonito, aunque no tienen mucha fruta"

"¿En serio? ¿Son más de pescado?"

"De dulces, hay muchísimos dulces"

"Llevo mucho tiempo sin comer dulces... desde aquella vez que Canela se empeñó en hacerme galletas..." - reflexionó el humano

"¿Cómo están los aldeanos?"

"Pues la pequeña Annabelle casi nos quemó el árbol de Navidad el año pasado"

"Esa niña... me alegro mucho por Konata y Jigsaw..."

"También tenemos una nueva aldeana"

"¿Nueva? La última fue la familia Bloody, ¿no?"

"Sí, pero este mes..."

"¡Señor Willis!"

Tommy apareció corriendo hacia ellos en compañía de Ankha. Pararon delante de ellos y el gorrión empezó a jadear tras la caminata.

"Tommy, ¿qué haces aquí? ¿te ha mandado Canela?"

"No... exactamente..."

"¿Una gata con vendas de momia?"

"No son vendas, es un traje que parece hecho de vendas"

"Hoy en día las chicas se visten de formas muy raras..." - murmuró el murciélago

"La señorita Canela dijo que el señor Bram venía hoy... arf... no podía perder la oportunidad de recibirle como es debido..."

"Tu has... ¿venido a recibirme?"

"¿Y qué pinta Ankha aquí?"

"Le estoy presentando a los vecinos, así mato dos pája... dos peras de un tiro"

"Mira que traerme hasta aquí solo por eso... uff..."

"Se lo prometí al señor Bram..."

"¿Me lo prometiste?"

El murciélago recordó entonces hace algunos años cuando habló por última vez con aquel joven pajarito antes de irse.

"Señor Bram, ¿de verdad se marcha?"

"Sí, me ha salido trabajo y... tampoco creo que importe demasiado..."

"No sea tan gafe señor Bram, Villa Raíz siempre estará para usted"

"Qué majo..."

"Lo digo en serio, prometo recibirle cuando vuelva"

Y de vuelta al presente Bram solo pudo sonreír al ver que el chico cumplió su promesa.

Animal Crossing: Fanfic EditionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora