5.

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***
Izuku salió de su ensoñación y comenzó a tomar apuntes para alejar momentáneamente sus obsesivos pensamientos de su mente.

—¿Hay alguna duda?—Preguntó Aizawa, profesor de la asignatura de tecnología energética, quien acaba de realizar un esquema en el que se mostraban los tipos de calderas.

Nadia parecía tener nada que preguntar hasta el momento en el que Hatsune Mei levantó la mano.

—¿Qué duda tienes, Mei?

—No veo bien el nombre de la última caldera, ¿podría decírmelo?

—Calderas de condensación.

—Vale, ¡gracias!

La clase siguió su curso, con un ambiente relajado. Tanto que el profesor se dispuso a dormir en un saco de dormir que siempre llevaba consigo.

Esto a los alumnos no les extrañó pues ya estaban acostumbrados a las rarezas de Shota.

"¿Acaso este hombre no duerme en su casa?"—Parecían pensar todos los alumnos cada vez que lo veían.

Así, mientras veían cómo Aizawa cerraba los ojos y se sumía en un profundo sueño; todos aguardaban el momento idóneo para poner a hablar entre ellos.

Cuando consideraron que era el momento propicio, comenzaban a susurran y a cotillear entre ellos.

—Oye, Uraraka-san, ¿podemos hablar?—Le preguntó Iida, que estaba a su lado.

—Sí, por supuesto. ¿Qué quieres, Iida-kun?—Preguntó Ochaco mostrándole una tierna sonrisa.

Tenya se puso nervioso por ello.

—Eh... Yo... Esto... Me dieron dos entradas para una obra de teatro, así que me preguntaba si te gustaría venir el próximo viernes conmigo a ver una función.

—Suena bien pero no puedo ir, lo siento.

—Oh, ya veo. Bueno, en otra ocasión será.—Dijo algo deprimido.

Izuku, que estaba al otro lado de su amiga, se sintió terriblemente incómodo. 

"Detesto esta situación, sólo espero que Uraraka-san le rechace de una vez y así Iida-kun pueda encontrar a alguien más. Él no merece vivir engañado."

Minutos después el teléfono de Uraraka sonó.

—¿Eh? ¿Ahora?

Se calló durante unos segundos y volvió a hablar.

—Está bien, voy para allá.

Colgó y miró a sus amigos.

—Chicos, me tengo que ir a trabajar. Pasadme los apuntes luego, ¿de acuerdo?

—Sí, claro. Esta tarde te los mando.

—¡Gracias, Deku-kun! ¡Adiós!—Se despidió poniéndose su bandolera en su hombro izquierdo.

La de cabello castaño salió y los dos amigos se quedaron en silencio el resto del día ya que a Tenya no le apetecía hablar, ni siquiera estar acompañado. Cosa que Izuku entendía.

El resto de las clases fueron aburridas y pesadas para Midoriya, ya que él solamente pensaba en iniciar su plan para enamorar a Bakugou.

***

Aquella misma tarde, Midoriya trataría de acercarse a Katsuki. Para poder encontrárselo en la calle, el de verde cabellera aguardó hasta que le vio salir. El rubio cenizo salió descamisado, además portaba unas tijeras de podar y eso quería decir que estaría un buen raro en el jardín ya que poseía varios árboles y algún seto.

"Esta es mi oportunidad."

En ese momento Izuku se cambió de ropa, se quitó su fea camiseta de propaganda y se puso una camisa verde y unos pantalones vaqueros, además de sus característicos zapatos rojos(los cuales se ponía siempre, aun si no le quedaban bien con el conjunto que llevaba.)

Cuando estuvo listo, bajó por las escaleras a toda prisa y salió a la calle, directo a la casa de su vecino. Así que cruzó y avanzó hasta llegar al árbol que Katsuki estaba podando.

—¡Ho-hola, Kacchan!

El mencionado dio un respingo de la impresión, ya que no había notado que el más bajo se encontraba detrás de él.

—Hola, Deku.—Le saludó sin voltearse.—¿Necesitas algo?

—Eh...No, solamente quería hablar contigo a solas. ¿Puedo?

—Mientras que no me estorbes, haz lo que quieras.

—¡Genial!—Después se quedó callado y miró en todas direcciones, en busca de la posible presencia de Kaminari pero éste no parecía estar allí.—Oye Kacchan, ¿estás solo?

—Sí, Denki no está aquí.—Respondió mientras podaba.

—Ya veo...—Contestó embobado admirando la fuerte y tersa espalda de Bakugou.

Permaneció así durante un par de minutos pues el tiempo era oro y tenía que entablar conversación con el rubio de sus sueños.

—¿Qué tal tu día, Kacchan? ¿Agotador?

—Sí, mucho. Pero no es nada nuevo, siempre es así.—Dijo mientras pasaba a cortar otra rama de su limonero.

—Es lógico, seguro que tu trabajo te ocupa mucho tiempo y estarás casi siempre estresado.

—Obviamente, es lo normal cuando trabajas.

—Me imagino. Incluso la universidad es bastante agobiante a veces.

—Pues el trabajo es bastante peor que la universidad, tanto que la echarás de menos cuando termines.

—No creo que eso ocurra, la universidad no me trae tan buenos recuerdos como para eso.

—¿Y eso?—Cuestionó mientras se dirigía a otro árbol y era seguido por Izuku.

—Es que...Digamos que estos años no han sido muy buenos y no lo digo por mi rendimiento académico.

—¿Y entonces cuál es el motivo?—Cuestionó mientras recortaba.

—Digamos que me faltaba alguien importante.

—¿Acaso esa persona murió?

—No, se fue a Finlandia.

En ese instante Bakugou se quedó paralizado y dejó de recortar.

—Deku, ¿qué estás...?

—Que te eché de menos, Kacchan. No he dejado de pensar en ti durante estos años.

Katsuki no podía creer lo que oía.

—¿Esa es una confesión?

Midoriya no dijo nada al verse descubierto.

—¿Es eso, Deku? ¿Estás enamorado de mí?

Pero el de cabellos verdes no respondía.

—Mira Deku, yo...

—No hace falta que digas nada, Kacchan. Ya sé que tú amas a Kaminari-kun pero yo te amo desde hace años y no pienso renunciar a ti, aun si no es correcto.

Bakugou no salía de su asombro, ¿desde cuando izuku, ese niño que siempre consideró débil y cobarde, mostraba aquella determinación?

"¿Este es el Deku que conocí?"

Midoriya, al ver que su vecino no reaccionaba, decidió hablar él.

—Siento esto pero de verdad que necesitaba hacerlo porque no puedo dejar de pensar en ti. Lo lamento.—Se disculpó antes de irse.

Izuku ya había mostrado sus cartas pues ahora la persona que anhelaba sabía de sus sentimientos y pensaba demostrarle que él iba muy en serio.

***

Notas finales: ¡Hasta aquí por hoy!

¡Espero que os haya gustado!










¿Hay esperanza? [Dekukatsu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora