27.

1K 102 50
                                    

***
Los dos jóvenes se sentaron en una de las mesas del restaurante. Debido a que no era muy tarde y el local no estaba muy concurrido; fueron atendidos enseguida.

Ambos hicieron sus pedidos, Katsuki ordenó palak paneer y pollo tandoori. Izuku se decantó por samosa y pakora. Para beber pidieron cerveza.

—Si eso es todo, me retiro. Enseguida estarán los pedidos.—Dijo el camarero.

—De acuerdo, gracias.—Dijo Midoriya.

El camarero se fue y los dejó solos.

—Oye, Kacchan, con respecto a lo que te pasó anoche...¿Recuerdas lo que me contaste?

Bakugou se mantuvo pensativo, intentando hacer memoria.

—Creo que sí. Te conté que le estampé un vaso a mi exnovio en la cara; ¿cierto?

—Sí, pero quiero saber si sucedió algo más.

—¿Algo más? No, nada importante.

-¿Seguro? ¿Nadie intentó ligar contigo o sobrepasarse?

—Pues sí, pero eso es algo que me sucede muy a menudo. ¿Y qué?

El de cabellos verdes puso mala cara.

—¿En serio te enfadas? Qué infantil eres.

—No es que me enfade pero sí que me molesta.

—Lo entiendo pero eso algo que no se puede evitar.

—Sí se puede  evitarse, lo que pasa es que no quieres.

—¿Qué estás diciendo? ¿Cómo podría evitar eso?

—No saliendo de noche.

—Ja, ja, ja. Muy gracioso, ¿de verdad te piensas que solamente se me acercan de noche para ligar?

Izuku lo miró perplejo.

—¿Qué? ¿Quieres decir que de día también?

—Sí, obvio. ¿Por qué demonios creías que no?

—No sé porque... Normalmente estás trabajando por la mañana; ¿no?

—Eso no tiene nada que ver, una persona puede coquetear en cualquier momento.

—Ya veo...Me siento estúpido.

—Porque lo eres.

—No me animas con eso, Kacchan.

—¿Quién dice que lo he dicho por eso? Un poco de sinceridad no te viene mal.

—Eres malo, Kacchan.

—Tal vez, pero eres tú el que se crea problemas de la nada. No puedes vivir angustiado pensando en si alguien va a coquetear conmigo o no. Deberías confiar en mí.

Izuku se mantuvo callado y, reflexionando; sacó una conclusión.

—Tienes razón, Kacchan. Debo confiar más en ti. Perdóname.—Dijo tomando una de las manos de su amado y poniendo cara de cachorro.

Bakugou cedió, pues no soportaba ver a Deku con aquella expresión.

—Tsk, está bien. Sólo deja de poner esa cara, mierda.—Dijo avergonzado y apartando la mirada.

—¡Gracias, Kacchan!—Le agradeció sonriendo ampliamente y acercándose a él para abrazarle.

—Deku, ¡no hagas estás cosas en público, maldita sea!

—Déjame, sólo un poco...

El rubio cenizo le de dejó estar y le permitió abrazarle durante unos segundos.

¿Hay esperanza? [Dekukatsu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora