Fine Line (Luzuplay) [En edición]

XI

Narra Borja

- Una pregunta rápida Raúl, ¿Cuál es el motivo de que tengas los muslos lleno de cicatrices? Quiero decir, se te ve un chaval feliz y con aspiraciones. - Le pregunté en tono serio al menor, me fijé en como tragó saliva nervioso. - No te pediré que me lo cuentes todo, no hay confianza ni mucho menos. Pero si pasa cualquier cosa llama a este número. - Le apunté un número de teléfono en un post-it. - Es el mejor psicólogo que hay aquí, si le dices que vas de mi parte te hará hueco rápido.

- Yo... Preferiría no hablar del tema Borja. - Me dijo agachando la cabeza en un susurro y cogiendo el papelito.

- Petición aceptada, dicho esto. ¿Qué te ha parecido? - Le vi sonreír tímido mientras yo estaba distraído con el boli.

- Ha sido... Curioso, me ha gustado. Nunca pensé que algo así me podria llegar a gustar. - Raúl empezaba a sonrojarse. - Podría... ¿Podría firmar el contrato? - Yo asentí y se lo acerqué junto al boli. Cuando lo firmó, me levante e hice una copia de los contratos dándole a él la copia.

- A raíz de haber firmado este contrato, estás obligado a seguir estando bajo mis normas, el contrato que tú has firmado es de un mes. Ya sabes como va el tema, pero si incumples una de las normas el contrato será roto y no se podrá recuperar. Así que piénsate bien lo que dices y haces. Hay cláusulas de confidencialidad, recuerda. - Raúl asintió abrumado por tanta información. - Si tienes dudas aprovecha.

- ¿Es necesario alargar el contrato de las novatadas?

- Afirmativo, así se garantiza la exclusividad y salud de ambas partes.

- Bien, me voy Borja. Nos vemos, gracias por la ropa. - Raúl salió nervioso y con prisas. Me quedé sentado en la silla pensando en Raúl y las heridas que ocultaba. Negué con la cabeza y salí del despacho yendo a mi habitación. A medio camino oí como llamaban a la puerta. Bajé suspirando y abrí la puerta. Eran mis padres, y no muy contentos.

- ¿No estabais de viaje por Asia? - pregunté con una ceja levantada saludando a mi padre con un movimiento de cabeza - ¿Qué cojones hacéis aqui?

- Hola cariño - mi madre empezó a besarme toda la cara, yo la aparté. Nunca había sido muy cercana a ella, pude ver como sonreía con tristeza. - Venimos porque queremos hablar contigo.

Me separé de la puerta dejándoles pasar, era raro eso ya que esa casa era mas suya que mía pero al final yo la ocupaba.

- ¿Ya has estado follando otra vez? - Preguntó mi padre al ver la toalla. Yo gruñí cogiendo la toalla y dejándola en el cesto de la ropa sucia. - Sentémonos - fuimos los tres a la cocina y tomé asiento delante de ellos.

- Hablad, he de hacer cosas. - Dije aburrido, me esperaba cualquier cosa.

- Borja, tu padre y yo nos vamos a divorciar.