XLIX💭

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Narra Borja

- ¿Así que vives aquí? - pregunté jugando con mi café.

- Sí, y tú estás de paso ¿no? - preguntó Pablo sonriendo.

- Mi padre vive aquí ahora, con su pareja. Cosas que pasan. - dije sin importancia.

- Siento el divorcio de tus padres, de verdad. - me apretó suavemente la mano.

- Gracias, pero no es nada - sonreí lo más sincero posible.

- Entonces es la primera vez que pisas Milán ¿no? Puedo enseñarte lo más bonito que hay - dijo con un tono... ¿coqueto?

- Por mí perfecto. Mi número ya lo sabes - ambos reímos y yo bebí de mi café.

Anteriormente

¿Qué cojones hacía Pablo en Milán? Si bueno, vive aquí pero ¿¿y??. ¿Era necesario meterme en el camino a Pablo? Enserio destino, metete tus caprichos por donde te quepan.

Llegué a casa y después de aguantar una bronca de mi padre me fui a la ducha. Cuando salí cogí el móvil. Aún tenía que mantener el número de Pablo. Lo encontré y le envié un mensaje "Hey, soy Borja. Me ha gustado verte". Me tiré a la cama. Todo mal.

Después de una larga charla, quedamos en tomar un café y seguir charlando.

Actualmente

- ¿Y sigues con tus prácticas sexuales? - pregunté mientras andaba a su lado.

- No tanto, pero alguien cae. No te mentiré, con quien más lo disfrutaba era contigo. Estábamos hechos el uno para el otro. Sexualmente hablando claro. - ambos reímos. - ¿Y tu? ¿Sigues con el vainilla?

- Que va, por tu culpa me aficioné al rollo este - reí dándole un puñetazo flojo en el brazo.

- ¿Y has encontrado compañero? - preguntó curioso.

- Sí, pero hace tiempo que no lo hacemos. Una larga historia. - suspiré - Pero seguramente solo haya vainilla entre nosotros. Cosas de la vida - reí falsamente.

- Vaya lo siento, supongo. - reí.

- Ningún problema. - sonreí - ¿Y por qué viniste a Italia? - pregunté. En principio su vida estaba resuelta en España.

- Me enamoré de un italiano. Lo dejé todo por él, hasta mis estudios. Después de 4 años, rompimos. Y como ya tenía aquí mi vida decidí continuar. Estoy estudiando arte en la Università degli Studi di Milano - rió - es una maravilla de lugar. Te encantaría.

- Me alegro de que hayas rehecho tu vida - sonreí sincero.

- ¿Y tu Borjita? ¿Qué haces con tu vida? - preguntó.

- Estudio medicina. Nada fuera de lo común. - reí - Hay buena gente, los de arte... No los conozco. - ambos reímos.

- Vaya, así que medicina eh. Mi facultad tiene un ala de medicina. Hacéis cosas muy extrañas ahí dentro, siempre huele mal - hizo una mueca que se me hizo muy tierna.

- Bueno, si no estamos estudiando nombres raros estamos abriendo cadáveres. - sonreí.

- Vale, basta no quiero saber más - reí. - Que asqueroso todo, iugh - hizo una mueca que me hizo reír más.

- Es divertido y entretenido ver las cosas. Mira, hace un mes vi un cerebro afectado por alzheimer y un hígado con cirrosis. Es interesante pero es una mierda ver como te puedes llegar a joder a ti mismo - dije con una mueca.

- Me imagino - ambos reímos - Oye Borja, esta noche hay una fiesta. ¿Quieres venir? Las fiestas de aquí no se comparan a las de Barcelona. - dijo persuasivo.

- Vale, vale. Ahí nos vemos. Ya me pasaras información y todo.

- Claro, aunque tienes que ir elegante. ¿Te has traído algún traje? - preguntó con una ceja levantada.

- No, ir a una fiesta no estaba dentro de mis planes. ¿Compramos uno? - le miré, él hacía miraba la calle con atención.

- Perfecto, ya se donde - me cogió la mano y me llevó hacia una tienda. Después de andar unos 10 minutos, entramos en la tienda. Era una tienda muy elegante. - Aquí puedes comprarlo. Te recomiendo uno blanco o crema. - dijo mirando por todo el local. Fue a uno de los percheros y cogió uno blanco. - Este, pruebatelo. Venga. - asentí y lo cogí. Fui al probador y me lo puse. Vaya, realmente me quedaba bien. Salí para que Pablo me diera el visto bueno.

- ¿Y bien? - le dije para que me mirara.

- Llévatelo. Te queda exageradamente bien. Invidio il tuo ragazzo, amore mio. - me sonrojé levemente. - Venga, vamos a pagarlo y te llevo a merendar algo - sonrió y volví a entrar al probador. Me cambié de ropa y salí. Pagué el traje y seguí a Pablo a una bonita cafetería. - Qui hanno il miglior caffè di Milano. So che ami il caffè, vorrai tornare qui mille volte. - dijo convencido.

- ¿En español? - los dos soltamos una carcajada.

- Que te va a encantar este lugar. Entremos - le seguí y nos sentamos en una mesa apartada. El lugar era realmente bonito.

- Al final habré tenido suerte de encontrarte. Sin ti estos lugares no los hubiera visto. - sonreí - Pide tu por mi, por cierto, que entre la pronunciación y todo... haré el ridículo - reí bajo para no molestar.

- Bien - sonrió y el camarero se acercó - Buon pomeriggio, volevo un cappuccino e un macchiato per favore. - el camarero asintió y se marchó preparando nuestros cafés.

- Así que... ¿Tienes novio Borja? - me preguntó jugueteando con una servilleta. Me quedé pensativo. Tenía novio, obviamente, pero Pablo... Pablo era otro tema.

Fine Line (Luzuplay) [En edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora