XLV💭

1.3K 217 119
                                    

Narra Samuel

- [...] Y no quiero ocultarte nada, somos pareja hay que tener confianza y, a pesar de que me cueste, quiero sincerarme contigo. Me he acos... - suspiré enfrente del espejo practicando que palabras decirle a Rubén. Era más difícil de lo que creía. - Rubén, sabes que te quiero y que como ser humano que soy cometo err... - Samuel no caigas en la excusa de que eres humano. Errar es practicar mal una incisión o parar mal una hemorragia, no acostarte con el mejor amigo de tu novio. - Joder que difícil es esto - gruñí enfadado.

- ¿Sam? ¿Cariño? ¿Todo bien? - dijo Rubén desde su habitación.

- Sí, ahora voy contigo. Ha sido un pequeño lapsus de idioma - reí disimulando. Me merecía lo peor. Salí del baño y fui con Rubén, me tiré encima suyo y empecé a repartir múltiples besos por su cara y cuello. Si le iba a perder, al menos tener un buen recuerdo suyo y de sus pequeños detalles. Podría hacer un libro sobre "100 maneras de amar a Rubén Doblas" y me quedaría corto con 100. Melosidades de lado, me sentía jodidamente mal por haber engañado a Rubén. Me acomodé encima suyo y Rubén empezó a acariciarme el pelo.

- Se que te tiraste a Guillermo - murmuró sin parar de darme cariño. - Y no te dejé porque sé que estás arrepentido y se que no se repetirá.

- Levanté la mirada, su mirada era tranquila.

- Como... ¿Cómo te has enterado? - murmuré preocupado.

- Bueno, es una larga historia. Resumidamente olías a Guille y Guille olía a ti, y sé que después de hacerlo te apetece mucho comer comida mexicana. Y ese dia comimos eso sin habernos acostado tu y yo. - dijo sin parar de acariciarme.

- Oh... Lo... Lo siento - murmuré sin casi voz. - Quería contártelo, quería hacerlo bien pero... Pero no sabía cómo hacerlo. Lo siento Rubén, lo siento.

- No, no me pidas perdón. Ya estás perdonado. - Sonrió tierno - Pero... No te lo voy a perdonar más. - Eso iba en serio.

- Lo... Lo entiendo - dije abrazándole. - Te quiero.

- Te quiero - respondió.

[...]

-Entonces ese restaurante del que hablas... ¿Es de tu familia? - pregunté acomodándome la corbata.

- Sí, es el típico restaurante pijo donde van cincuenta mil famosos a dejarse la pasta. - Rubén me miraba de forma lasciva desde la puerta - No eres consciente de lo bien que te queda el traje. Suerte que eres solo mío - murmuró.

- Idiota, vamos que llegaremos tarde - sonreí saliendo de la habitación junto a Rubén y dirigiéndonos al restaurante.

Cuando llegamos nos sentamos en la mesa adjudicada y miramos la carta.

-Todo está muy rico. Como entrante, la ensalada no se hace muy pesada, tiene un poco de todo además de ensalada y tomate. - Miraba a Rubén con atención, como si estuviera entendiendo algo.

- ¿Sabes? Pide tu por mi - cerré la carta y la dejé en la mesa. - Se ve que controlas más - sonreí y él asintió. Llamamos al camarero y Rubén pidió en noruego cosas que no podía entender. - No se que has dicho, pero espero que este rico.

- Confía en mí, te va a gustar. ¿Quieres vino? - asentí y me sirvió.

- Oye Rubén... Quería preguntarte algo - me miró.

- Si claro, dime - empezó a jugar con su copa.

- Me voy a mudar y... Bueno, quería saber si te gustaría venirte a vivir conmigo. - El camarero se acercó dejando los platos.

- Iba a preguntarte lo mismo, ¿Sabes? - ambos reímos.

- Entonces... ¿Que hacemos?

- Veamos ambas casas y decidamos. - Dijo Rubén con seguridad.

- Hecho. - sonreímos y brindamos. Empezamos a comer manteniendo charlas triviales. Era imposible no querer a Doblas.

Fine Line (Luzuplay) [En edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora