VII

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Narra Borja

- Pregúntame lo que quieras querido Raúl. - Empecé a leer el contrato y lo que él había tachado o escrito algún comentario.

- ¿Tan necesario es que tengas que torturarme? ¿No me puedes follar y ya? - preguntó el chico, a lo que yo solté una carcajada. - ¿Qué te hace tanta gracia?

- Tú, querido. ¿Nunca te han dicho que el sexo es cosa de dos? -levanté su barbilla con dos dedos obligándole a mirarme - El daño que puedas recibir será mas placentero que doloroso. - Sonreí ladino. - Y sé que tú, más que nadie, lo vas a disfrutar. Tu piel es muy sensible. - Me puse detrás suyo y empecé a acariciar sus facciones. Empezando por la frente, bajando por la nariz, arco de cupido, labios, mejillas... - ¿Ves? Con este simple tacto ya estas jadeando. - Bajé mi mano a su cuello acariciándolo, seguí una vena que se le marcaba demasiado y un montón de imágenes de Raúl en mi cama gimiendo mi nombre y pidiéndome más pasaban por mi cabeza. Raúl se mordía el labio. - Vaya vaya, punto débil ¿Eh? - Seguí acariciando el cuello del menor bajando a sus marcadas clavículas. - Tu piel es muy sensible, Raúl. Al mínimo contacto te pones nervioso y, estoy totalmente seguro que, la marca de mis manos quedará preciosa alrededor de tu cuello y cintura. - Volví a su cuello acariciando de nuevo la vena. - Sé que me deseas Raúl, solo tienes que firmar y tus fantasías serán aceptadas y cumplidas. - Raúl jadeaba. Estaba fuera de control. - Pero, hasta que no firmes, no puedo hacerte nada. - Me aparté de él y me senté en la silla de delante fijándome en el chico de delante mio. - Sobre las anotaciones, te las accepto todas excepto una. No puedes privarme de usar objetos sexuales contigo querido Raúl, tranquilo no serán de los que se introducen, esa petición ha sido acceptada. - Raúl asintió aliviado - Pero todos los demás sí. Como bien has leído, el material que use contigo será esterilizado y desinfectado y será usado exclusivamente contigo. Dicho esto, piénsate bien si firmar o no. Una vez firmes, el contrato no podrá ser roto sin una causa importante. Arrepentirse no es un motivo importante.

- Vale pero... ¿No hay periodo de prueba? Quiero decir, dejar que me corten, azoten, ahoguen y Dios sabe que más sin tener la experiencia previa no lo veo... ¿Normal? - Dijo Raúl en un susurro, estaba nervioso.

- A veces se concede ese periodo y a veces no. Esto es algo que hay que discutir entre tu y yo en otro momento y circunstancias.

Fine Line (Luzuplay) [En edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora