Fine Line (Luzuplay) [En edición]

XVII

Narra Borja

- ¿Qué tienes con Raúl, Borja? - David me miro extrañado. - Esa actitud hacia él no es normal en ti.

- Tengo el contrato firmado con duración de un mes. Solo follamos, nada más. Tampoco le des muchas vueltas. - Respondí restando importancia al asunto.

Vi como David asentía sin llegar a creerse de todo mis palabras. Intenté cambiar de tema.

- Sam, Frank ¿Cómo vais con vuestras parejas? - Pregunté con una falsa curiosidad.

- De momento todo bien, en cuanto empiece el periodo de clases veremos. - Dijo Samuel con una sonrisita. Estaba perdidamente pillado por Rubén.

- Yo aún no tengo nada formalizado con Alex, pero pronto se lo pediré. ¿Tú David cuando se lo preguntarás a Guille? ¿O es que Dulce te tiene muy ocupado? - Preguntó con un tono irónico a David, que simplemente sonrió de lado y se dejó caer contra la silla.

- Al menos a mi me hacen mamadas, Frank. Y no estoy precisamente a dos velas - Soltó David con cierto tono de prepotencia.

Como les gustaba presumir de sus conquistas.

- Eres un hijo de puta. - Ambos empezaron a reír.

Seguimos nuestro camino hacia el centro comercial. Cuando llegamos, fuimos a acompañar a Samuel y David a comprarse un traje por un compromiso que tenían el fin de semana siguiente.

- ¿Dónde teníais que ir Sam y David? - Pregunté pensando en mis cosas.

- A un recital de piano si no recuerdo mal. Ya sabes, nuestros padres se llevan bien y donde van ellos vamos nosotros. - Asentí mientras entrábamos todos a una tienda.

Los interesados empezaron a mirar los distintos trajes mientras los restantes dábamos vueltas y opinando de los distintos trajes que nos enseñaban.

Después de una hora salimos. Samuel se compró un bonito traje morado oscuro y David uno de color azul marino. No les hacia parecer mayores, si no que les daban esa formalidad sin perder el toque joven.

El grupo se pasó el resto de la tarde en el centro comercial hablando, riendo y sin pensar en nada ni nadie.

Excepto yo, que tenía en mente a cierta persona.

Narra Raúl

- Chicos, creo que me esta empezando a gustar Borja. Y no se que hacer. Es muy gentil conmigo a veces, pero despues cuando nos vemos en la universidad se comporta tan... Gilipollas que no se que hacer. - Suspiré escondiendo mi cara entre mis manos.

- Habla con él, a lo mejor es recíproco. Esas miraditas que te echa no son ni medio normales querido Raúl. - Todos rieron mientras yo simplemente me sonrojaba. Guille siguió con su discurso alentador. - Si es recíproco, llegad a un acuerdo. Si no, pues ya vendrá alguien a corresponderte. Pero como se atreva a romperte el corazón, le cortaré el cuello tenlo por asegurado. - Guille amenazó y luego sonrió contagiándome su sonrisa.

- Si... Eso haré. Gracias chicos. - Sonreí. No les conté mucho más, no era necesario.

Cuando ya era demasiado tarde para seguir hablando y tener al día siguiente universidad,  fuimos todos a nuestras casas.

El trayecto se hizo rápido, mi mente vagaba entre distintas escenas con el futuro doctor y ciertas palabras que en algún momento tendría que decir.

Cuando llegué y entré a mi casa, me dirigí al baño para darme una larga ducha y luego tirarme a la cama.

Borja estaba dominando cada aspecto de mi vida.