Fine Line (Luzuplay) [En edición]

XXVII

Narra Borja

Días después del incidente, noté a Raúl bastante disperso y hasta con algún que otro corte nuevo. Mataría a Iván con mi... Con Raúl no se metía nadie. Decidí esperarle a final de clase para ir a comer juntos y hablar del tema. Aunque anteriormente lo habíamos intentado y habíamos terminado rompiendo el sofá de mi casa, nada nuevo. Salí de la clase de fisiopatología y le esperé fuera del laboratorio 15 dónde se encontraba haciendo disecciones seguramente. Al terminar su hora, salió junto a sus amigos, le agarré del brazo
- Raúl, ¿Nos vamos a comer por ahí y hablamos de eso? - asintió después de pensárselo un poco - Perfecto, yo invito - salí con él de la facultad. Tenía mil ganas de cogerle la mano, pero no era conveniente. - ¿Dónde prefieres ir? ¿Japonés, chino, italiano...? - Necesitaba escuchar su voz, hacía días que no hablábamos, algo malo presentía.
- Un italiano mismo, supongo - susurró con una voz rota y sin vida.
- Perfecto, vamos pues - después de un breve paseo llegamos, le abrí la puerta y le dejé pasar. Entré detrás suyo y nos sentamos en una mesa. En estas situaciones, ¿Cuándo se habla? ¿Antes de comer, durante la comida o después?, ¿Cómo se saca el tema? Le vi de reojo mirar la carta - ¿Ya sabes que pedirás honey? - le vi sonrojarse y negar cerrando la carta. Se me hizo muy tierno. Demasiado.
- Pide tu por mi, porfi - hizo un pucherito cerrando la carta y dejándola en la mesa. Borja controlate para no tirarte encima suya.
- Sin problema, ¿Agua de beber? - asintió. Vino la camarera y pedí la comida. Sabía que la carbonara le encantaba así que le pedí cualquier tipo de pasta con esa salsa. Le vi sonreir levemente. - Bueno... Debemos hablar de... Algo. - asintió levemente - Y... No se como empezar esta conversación contigo, pero vayamos a lo básico. ¿Cómo te encuentras?
- No lo se Borja, no lo se. Mi madre me ha dado la oportunidad de irme a Reino Unido y no descarto la posibilidad. Lo de Iván me ha jodido todo, y te agradezco que te interpusieras que menos pero... Siempre va a ser así Borja - empezó a sollozar - pero no tiene solución. - trajeron la comida - ¿Comemos? - asentí brevemente.
- Que aproveche
- Igualmente - sonrió levemente. ¿Cómo una persona tan tierna como Raúl podía haber sido tratado tan mal? La comida fue silenciosa, con algún comentario suelto sobre la uni. Cuando terminamos pedimos la carta de postres, ambos pedimos una tarta de queso.
- Raúl cielo, todo tiene solución. Pero porfavor no te vayas - esa frase me sonó más a súplica que no a otra cosa.
- No Luzu, no todo tiene solución. Que Iván me deje de acosar no es plausible, que mi familia sea estructurada no es posible. No hay solución para nada. - bebió de su copa - Solo queda acceptar y... Resistir - trajeron el postre y ambos comimos.
- Si resistes que no sea solo, cuenta conmigo Raúl.
- ¿Para que? ¿Para terminar follando como siempre? No Borja, aunque me encante hacerlo contigo no puedo estar así siempre. Eres tan distinto a mi, eres tan abierto y tan... Perfecto para una basura como yo. Eres maravilloso y mereces a alguien que te trate como te mereces y te de lo que necesitas. No como yo, soy un pasatiempo. Lo siento Borja, pero... Creo... Creo que lo que tengamos termina aqui, ha sido un placer todo lo que hicimos. - Raúl se levantó y antes de irse le hice sentarse.
- No no no, Álvarez quedate aqui. Hablemos las cosas. No puedes irte así como así, sin hablar las cosas. Sin aclarar nada. Hablemos porfavor, Raúl porfavor - tanto él como yo estábamos al borde del llanto.
- Borja... Sabes que si me quedo voy a terminar llorando y suplicando. Deja que conserve la poca dignidad que me queda. Te quiero Borja, pero lo nuestro es imposible. - Dijo esto último en un susurro, Raúl se levantó y se fue, mientras en su precioso rostro caían lágrimas y había una extraña expresión. Yo me quedé mirando fijamente donde anteriormente estaba Raúl siendo poco consciente de que estaba llorando. Pagué y me fui hacia algun sitio de la ciudad, poco me importaba el lugar. Quería desaparecer.