13 🌌Sobrenatural🌌

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Luzu era el joven brujo hechicero de el reino de lava, el cual estaba comandado por una reina y su hijo, el cual de igual manera era joven, su nombre era Auron.

Auron, desde que se le había informado que el reino tenía un nuevo hechicero, sentía cierta intriga hacia él, pues no le había visto en todo el tiempo que ahí llevaba. Pues ese era el día, su madre le había advertido que no le molestara, ya que se sabía que Auron era una persona bastante...grosera con los nuevos, y también muy rebelde, claro que si le decían que no hiciera algo lo haría.

Caminaba aquel joven hecho de lava por los vacíos pasillos del castillo, los cuales eran rojos, bastante rojos. Finalmente había llegado a donde se había acordado que sería el espacio para el nuevo brujo. Nisiquiera tocó la puerta, solo la abrió, por suerte el chico que se encontraba ahí no estaba haciendo algo que se tuviera que esconder.

Al entrar a la habitación logró presenciar a un chico castaño, que llevaba una larga capa detrás de él, de color negra y una vestimenta celeste, no eran unas pintas muy de ser el hechicero del reino de la lava, pero bueno, ahí nadie se quejaba. El castaño, al notar la presencia de alguien muy importante para el reino, rápidamente hizo una reverencia ante él.

—¡Bienvenido sea, príncipe!

Auron se cruzó de brazos mientras sonreía orgulloso, pues le encantaba que la gente le tratara como un ser superior, porque, pues, lo era, pero Auron realmente no sentía que fuera superior a nadie, pero aún así eso le satisfacía, un poco, pero lo hacía.

—eeeeeehhh, chico brujo.

—¿Qué lo trae por aquí? ¿Hay algo en que pueda ayudarle?

Luzu se comportaba bastante amable, y no porque debiera, no, la amabilidad le salía natural, quizás le habían elegido como el nuevo hechicero brujo del reino por eso, era bastante amable y alguien con bastante paciencia, además creaba pócimas que, la mayoría, funcionaban correctamente, era bastante sabio en eso a pesar de ser nuevo, no tenía más de 25 años así que mucha experiencia no tenía, experiencia en ser el hechicero de alguien, claro, de hecho, esa era su primera vez.

—Oh, no. Solo quería saludar.

—Me llena de alegría que quiera pasar a saludarme, príncipe.

El chico de lava soltó una risa burlona, se acercó al chico contrario y le tomó por el hombro.

—¿Cuál es tu edad? Te ves muy joven, eh.

—Tengo 24.

—Pues casi casi mi edad eh, tengo 121.

Luzu no se había sorprendido por la edad del chico, de hecho pensaba que era mucho más mayor.

Cuando eras alguien importante para un reino se te era entregada la inmortalidad, claro que cuando nacías príncipe o princesa tenías que esperar hasta los 20 años, para conservar tu juventud, pero para tener el físico de un adulto.

Los hechiceros no eran importantes para el reino. Bueno, sí, pero no era necesario darles la inmortalidad, pues siempre habría alguien para que les reemplace, al igual que los guardias y soldados.

—Usted es muy joven, príncipe.

—Jooder, si yo soy joven tú eres un puto feto.

El brujo soltó una carcajada por el chiste de mierda que había dicho el príncipe.

—¡Usted es muy gracioso!

—Mi nombre es Auron, no me trates de "usted", trátame de "tú". Que me haces sentir viejo, coño.

✨LuzuPlay Month✨ 2020Donde viven las historias. Descúbrelo ahora