Gritó un pelinegro con un mechón pelirrojo mientras se levantaba de su cama, se estiró y revisó su teléfono con emoción.
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Por un momento sonrió al ver las felicitaciones de todos sus amigos pero, esa sonrisita desapareció, desapareció al notar como faltaba la felicitación de quien más le importaba.
Luzu, su Luzu. Su último mensaje había sido de ayer a las 9:30pm
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Ignoren la fecha porfabor estoy al borde de la muerte
Su mueca se convirtió en una triste y solo se dispuso a contestar cada uno de los mensajes que se le había enviado. Tiró el celular hacia la cama y fue a su baño para irse a cambiar, pues iría a con Lolito a pasar el rato.
Al cambiarse volvió a tomar su celular, con la esperanza de tener el mensaje de Luzu, pero no ocurrió. Se rindió y se dirigió al pueblo, donde se encontraría con Lolito.
Esperaba en el pueblo, pero se encontró con el castaño paseando por ahí, el cual fue s abrazarle.
—¡Auroncito, buenos días!
—¡Oh! Hola mi niño.
El castaño se acercó a su rostro y le dio un pequeño besito en la mejilla.
—¿Qué haces por aquí?
—¿Qué haces TÚ aquí?
El del mechón se cruzó de brazos.
—Auroncito... Yo pregunté primero...
—Bueno, iré con Lolito a pasar un poco el rato.
—¿Sí? Espero que se diviertan, honey.
Los dos se quedaron en silencio por 2 minutos, el pelinegro viéndole con los ojos entrecerrados y el castaño con una mirada confundida.
