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Mientras miraba su espalda, los recuerdos del porqué me gustó él me hacían sonreír sobre el pupitre.
Fue prácticamente para temporada de primavera, él trajo al instituto los zapatos equivocados. Se ganó bastantes burlas, pero apesar de eso muchas chicas lo seguían viendo igual de perfecto apesar de su torpeza. Él me parecía guapo, pero hueco, además de una cara bonita no poseía nada más que llamara la atención de las personas, hasta que me dí cuenta de los actos que nadie más notaba. Apesar de que es despreocupado y no ayuda a nadie cuando lo requiere, apoya de manera incondicional a un verdadero amigo, creo que para sacar su lado dulce hay que ganarse su confianza.
El timbre suena y antes de que me pueda levantar del pupitre, la silueta del castaño se levanta y se interpone en mi camino.
— tus cuadernos — me los brinda junto a otro que no reconozco para luego girar y caminar hacia la salida.
— ¡espera Hayward! — había veces en las que me encantaba pronunciar su apellido así fuera para mí misma, y esta vez tenía la oportunidad de pronunciarlo para él.
— ¿Sí? — se gira levantando las cejas.
El chico no ha actuado de manera subnormal cuando le confesé mis sentimientos haciendo que venga el pequeño rayo de luz a mí. Habían dos opciones: o no me había escuchado cuando lo grité o lo había puesto en segundo plano como con cualquiera.
— hay un cuaderno que no es mío — levanto el cuaderno entre mis manos y unos papelitos caen de este.
— es para tí, léelo y cuando lo termines me lo das — con esto sale del salón.
Verifico el cuaderno, es común y corriente, su portada consiste en una moto prendida en llamas. Abro el cuaderno encontrándome con su pequeña letra apenas entendible.
“Pasos para dejar de ser patosA”.
La última A estaba en mayúscula, me sentí torpe porque el pensara eso de mí.
Cuando paso la página, veo un pedacito de papel con una nota.
1. Te escuché weasley, no seas ingenua al pensar que no lo hice.
¿Se supone que son pasos para dejar de serlo o son los puntos en los que me encuentra completamente torpe?
Miro la otra notita oculta en la siguiente página con mucha curiosidad, el hecho de que se haya tomado el tiempo de hacer esto especialmente para mí, hace que las lombrices en mi estómago revoloteen de emoción.
2. ¿Porque huiste tras decirlo? Eres la chica más infantil de todas las que se me han confesado.
No sé si tomarme sus palabras de buena manera o como si fueran críticas de su parte, pero aunque me esté juzgando, puedo ser feliz con solo tener su pequeña escritura en unos simples papeles en mis manos. Muchas sueñan con esto.