A es por Ascensor

559 42 5
                                    


La primera misión junto a Maka Albarn fue bastante... extraña. Quitando lo extravagante de la chica, con su tendencia nerd de leer cada libro que se topara enfrente, lo poco atractiva que era y con su horrible carácter tsundere, todo lo demás era igual de irreal.

¿Juntar 99 almas de demonio y el de una bruja?

¿Y él tenía que comérselas para ser una especie de arma súper deux ex machina?

Hasta hace apenas medio año sólo estaba tocando el piano en una absurda fiesta de caridad...

¡Esto era lo más cool del mundo! ¡Matar demonios y ser un héroe..!

—¿Qué crees que estás haciendo?

—¿Cómo que qué estoy haciendo? ¿¡Qué estás haciendo tú!? ¡Tenemos que llegar a la azotea para atrapar al demonio!

—Eso lo tengo claro... lo que no entiendo es, ¿por qué estas yendo por las escaleras?

Oh sí, la lista y extraña Maka Albarn ya había subido dos escalones cuando Soul la detuvo, al pie de las mismas.

—¿¡Por qué estamos perdiendo el tiempo!? ¡Deberías estar subiendo ya! ¡No podemos dejar que escape!

Soul estaba incrédulo.

—Okey entiendo eso, entonces, ¡por qué no usamos el ascensor!

Silencio.

—¿Maka?

Más silencio.

—Oye... espera, acaso, ¿les tienes...?

—¡No le tengo miedo, idiota! Es sólo que... ugh.

Soul sonrió, cómo él sólo puede hacerlo con sus dientes puntiagudos, luego de ver el estupor y la vergüenza de la chica.

—Oh, lo entiendo. Esta es tu primera misión, y habías estado encerrada en Shibusen toda tu vida con esas absurdas escaleras por todos lados. Quién lo diría, la listilla Maka nunca ha subido en un inofensivo ascen...

—Makaaaaaaa-¡chop!

El golpe que recibió en su nuca lo mandó a estamparse contra los botes de basura y con una hermosa visión de estrellas y lunas sangrientas.

—¡Si tienes tiempo de burlarte tendrás tiempo de recuperarte! ¡Soul idiota! ¡Te veré arriba!

Y sin más, la chica se fue corriendo escaleras arriba. 15 malditos pisos.

—Agh, tú eres la idiota —masculló el albino, levantándose apresurado para ir a apretar los botones y subirse al ascensor—, podrías sólo ser honesta y habría corrido junto a ti.

.

La batalla fue dura e impresionante para un par de novatos. Pero al final, de alguna forma, lo lograron.

¿Valió la pena este cambio de vida?

Con el peso de una Maka inconsciente sobre sus hombros debido al cansancio extremo, escuchando su pausada respiración y sintiendo cosquillas sobre su cuello, junto al sonido vibratorio del ascensor de bajada... sí.

Lo valía.

SoMa en el abecedarioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora