SoMa en el abecedario

D es por Disfraz

—¿Por qué disfraces? No lo entiendo. Alguien podría aprovechar e infiltrarse y arruinar la fiesta, deberíamos estar alertas.

Soul solía odiar las fiestas.

Reuniones obligadas, emociones fingidas, bailes estrictos y pasos ensayados. Comida aparentemente cara y trajes tóxicamente perfumados.

Todo en las fiestas era tan irreal y estúpido.

Al menos solían serlo.

—Lo estás haciendo muy dramático, Maka. Las brujas estarán ahí y ya no son enemigas, no hay Dioses durmiendo bajo la escuela y los demonios en Death City han desaparecido. Además, la escuela tiene una brigada especial por si algo pasa y las mismas brujas tienen un campo de protección. Vamos, no es una cosa cualquiera, es la fiesta del tratado de paz.

Soul solía ser el primero en poner peros. Y esos peros cambiaron a que tal sí... que después se convirtieron en vamos a hacerlo.

Muchas fueron las cosas que cambiaron en los últimos meses y ninguna haría que desapareciera... bueno, tal vez sólo una: la situación de Chrona.

Él sabía lo mucho que le afectaba el resultado final de la batalla. Cuando la observaba mirando la luna con una expresión tan vacía, cuando la escuchaba hablar con ella creyendo que nadie estaba cerca.

Maka estaba entrando en un ciclo de tristeza e insuficiencia que él no estaba dispuesto a ver. No después de verla crecer como técnico y como heroína. Ella más que nadie necesitaba esto.

Por ello, no perdió oportunidad en influir en Kid para que hicieran esta fiesta, tomando como excusa la proclamación de última Death Sythe.

Quería ver a Maka sonreír de nuevo. Necesitaba verla sonreír genuinamente, que ella comprendiera que él no se iría, no la dejaría jamás. Soul seguiría tocando la música de Maka.

—Okey, digamos que entiendo lo de la fiesta, ¿pero disfraces? Está bien, también entiendo la razón, es para que no haya distinción. Armas, técnicos, y brujas, ahora todos somos iguales y queremos lo mismo.

Soul asintió.

Era obvio que Maka comprendía las razones de todo, la única cosa por la que no quería ir era...

—Pero me sigue sabiendo mal festejar, cuando no ganamos completamente. No sin... no sin Chrona.

Maka suspiró de nuevo, sentada aún en el sillón sin terminar de calzar sus zapatos.

Soul se fue a sentar a su lado, una vez logró acomodar la corbata verde de rayas.

Recostó a Maka sobre él, para que ella sintiera la veracidad de sus palabras.

—No sería un chico cool~ si no cumpliera mis promesas. Y le prometí que te ayudaría, que no te dejaría, ¿no lo dije? Estuve tocando junto a ti todo este tiempo, ahora ya no sé tocar otra cosa.

Desde su lugar pudo ver cómo las orejas de la chica se encendían, él mismo se sentía un poco avergonzado de decirlo.

A Maka le sirvió, la notó acomodarse a su lado, sin importar lo tarde que se estaba haciendo.

—Nos vemos ridículos con esto —dijo, siendo su cuerpo cálido la respuesta de aceptación que buscaba.

—Fuiste tú quien lo sugirió —respondió, atreviéndose a reacomodar sus cabellos en lo que consideraba, un peinado lo más parecido al suyo.

—Ya lo sé, ya lo sé. Agh, si Black Star se burla, juro que esta vez lo mato.

—¿Sabes lo difícil que es matar a un dios de la guerra?

—Mi enciclopedia lo puede hacer de un solo golpe, ¿quieres verlo?

El trauma de ser el receptor de muchos se sintió tan vívido en su cráneo.

—No lo pondré en duda nunca más.

Maka rió a costa de su miedo y Soul fue feliz de haberlo logrado.

—Pero si me lo preguntas, te ves muy cool con mi viejo look. Creo que te queda mucho mejor a ti que a mí.

—Bueno, también te vez bien con mi ropa, claro que con falda sería mucho mejor.

—¡Ni hablar! —refutó.

—Técnicamente ni siquiera es un disfraz —añadió la joven, mirando el conjunto intercambiado de sus viejos estilos. La chaqueta negra de Soul y su propia gabardina amarilla que le perteneció alguna vez— Pero supongo que funciona.