Capítulo cuatro: Niña

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Nunca fue bueno para cocinar.

Había dejado totalmente ese tema de lado cuando casi quema la torre Stark al intentar prepararle el desayuno a Pepper. Incluso el Dr. Banner podía preparar más cosas que él, y ni se diga Steve, que un par de veces había preparado comida italiana...

Simplemente, preparar alimentos no era lo suyo. Así que pedir comida se le daba de maravilla.

Por lo tanto, en esos momentos el hombre Stark estaba sacando del horno la pizza que había ordenado hace unas cuantas horas, sintiéndose satisfecho de que solo algunas rebanadas parecían haberse tostado un poco de las orillas.

Coloco rápidamente cuatro platos sobre la mesa y puso de forma algo desorganizada algunas toallas de papel en vez de servilletas, dejando justo en el centro la caja con pizza. Quizá con eso bastaría.

Bruce lo observaba desde la encimera más cercana de la cocina. Aunque era muy entrada la madrugada, aun tenían que examinar la información que Tony había adquirido en la base de Hydra. Así que tenía en sus manos un café bien cargado para aguantar la noche; Stark y el examinarían aquello en cuanto Noventa cenara y se fuera a la cama.

—¿No crees que la pizza es una comida poco apropiada para una niña que tiene pesadillas en la noche... y desnutrición? –Le cuestiono suavemente, con una media sonrisa bien escondida entre las comisuras de sus labios.

Tony bufo volteando los ojos, y viendo a su amigo, se llevo una mano al pecho.

—Me estas hiriendo demasiado, Brucie. –Murmuro sarcásticamente, y después hizo un gesto de poca importancia – A todo mundo le gusta la pizza, no creo que Noventa sea la excepción. Ya verás que dejara el plato impecable.

Y hablando de la reina de roma.

Si que se veía totalmente distinta a la niña que recogió de Hydra. Su cabello quebrado le rozaba a penas los hombros, mientras que sus ojos tímidos relucían mas con su rostro totalmente limpio, que ahora le permitía ver a Tony lo llena que estaba de pecas aquella infante.

Ya no tenía ese sucio camisón blanco, y con esos tenis nuevos que le quedaban graciosamente grandes, se veía aun más tierna.

Tony hizo una media sonrisa amistosa dejando de lado aquel tono sarcástico y se puso a la altura de la niña.

—Vaya, ¿ves que si era mejor primero ducha y después cena? – Noventa hizo un gesto de confusión, y Stark supo que no había entendido gran parte de la oración, así que simplemente suspiro y se dirigió ahora a Natasha, alzando la vista. – ¿Se ha portado bien?

La mujer sonrió de lado y asintió, dirigiéndole una especial mirada a Bruce.

—Yo creo que simplemente Banner no sabe tratar con niños, se ha portado muy bien. – Bromeo, haciendo que Bruce se ahogara con el café.

Tony contuvo sus ganas de voltear los ojos, esa par tenía demasiada tensión sexual acumulada.

Llevo a noventa hacia la mesa y espero pacientemente a que tomara asiento, después el se sentó a su lado y abrió la caja con pizza, colocando una gran rebanada sobre el plato de su inusual invitada.

—Esto, androide, se llama pizza...y es de pepperoni. –Le explico Stark a noventa, La niña examino su alimento con la mirada y después pareció haber inhalado profundamente para memorizar muy bien aquel inusual olor, el hombre fingió demencia e ignoro aquello.

—Pizza – Repitió la niña de forma un poco más lenta. Tony asintió, mientras observaba como niña la tomaba con sus manos colocándola al revés. Aun así no dijo nada, parecía aun dudar de lo que hacía.

Te Amo Tres Mil. (IronDad)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora