De todas las personas en el universo, Tony Stark era la menos indicada para ejercer como un padre.
Sin embargo, el millonario se ve forzado a apretar todos los botones cuando en una mision salva a Noventa, una niña que paso toda su vida encerrada si...
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Había caído en un evidente estado de negación hace más de una hora.
Cuando FRIDAY le informo de forma sutil que Morgan había abandonado la torre Stark, intento ser optimista. Quizá la mocosa y Happy fueron por hamburguesas, a dar algún paseo en central park o simplemente a dar una caminata en cualquier plaza comercial.
Pero la mala espina le vino rápido. Evidentemente, el no había permitido a Happy salir con Morgan.
No podía lidear con eso mientras intentaba salvar al mundo de Ultron. Necesitaba mantenerse enfocado, por lo tanto, ignoro las notificaciones de FRIDAY desplazándolos a un lugar casi invisible de sus gráficos. Solo una lucha más y podría volver con Morgan.
Lo que no sabía es que ella vendría a él.
Su mente ahora estaba en blanco respecto a su vida personal. Debía concentrarse en la cuidad que había dejado de lado su sitio en la tierra y ahora se estaba elevando peligrosamente lejos...lo suficiente, para destruir a su propio planeta.
Se lanzó en caída libre unos segundos mientras sus jets encendían, y después, acaricio el autocontrol esquivando los escombros que caían libremente hacia el vacío. Giro una sola vez analizando la estructura con ayuda de FRIDAY, intentando ver algo...una esperanza entre un pajar de posibles tragedias.
Este era el principio de su pesadilla.
—Los propulsores están programados para girar. Si los toca, invertirá su impulso. La cuidad no bajara lentamente. –Contesto FRIDAY regresándolo a la realidad.
Tony bufo de frustración mientras su mente maquinaba una buena idea
El caos frente a él y en su mente hacían mucho ruido.
—El pilar es de vibranio... pero, ¿Si le digo a Thor que lo golpee?
La voz de la IA tenía un tono visible de preocupación.
—Se fracturara. No es suficiente, el impacto aun seria devastador.
—Tal vez si cierro del otro lado, y mantengo activa la acción atómica. –La voz del genio comenzaba a sonar al borde de la desesperación.
—Eso fulminaría la cuidad, y a todos en ella.
Mierda, debía pensar.
Sokovia se alzaba más y más a cada segundo, la legión de Ultron intentando alcanzarlo se volvía atosigante. Los propulsores en sus manos iban de acá para allá, siendo recargados una y otra vez para intentar derribar a sus oponentes.
