De todas las personas en el universo, Tony Stark era la menos indicada para ejercer como un padre.
Sin embargo, el millonario se ve forzado a apretar todos los botones cuando en una mision salva a Noventa, una niña que paso toda su vida encerrada si...
"En la fábrica, en el lugar estéril donde me hicieron, me desperté sola.
Mareada por la programación. ¿Me han limpiado de nuevo?
Ni siquiera lo se: Es un misterio. Todos a mi alrededor están tan preocupados
¿Esta es mi casa?"
- Time Is Up, Poppy.
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Morgan temblaba de pies a cabeza. Totalmente pálida, mejillas rojas, sudor escurriendo desde su frente, picazón en todo el cuerpo, ojos llorosos, y un fino hilo de sangre bajando por su nariz.
Estaba sentada en una orilla de la cama con la mirada perdida.
Su fiebre no bajaba, había arruinado totalmente la única camisa que Tony llevaba y el pijama que Lila le había prestado.
Había vomitado toda su cena. En la cama, en el pasillo...
Pero el señor Stark había sido totalmente paciente, se había levantado como un rayo tomando en brazos a Morgan, y para cuando su tercera arcada estaba reptando por su espalda, el ingeniero coloco a la niña de rodillas frente al inodoro y la ayudo a sacar todo lo que debía sacar.
En este momento, Tony estaba quitando todas las sabanas sucias, mientras Natasha había bajado por un té para la pequeña y Bruce limpiaba el pasillo. Ambos habían salido del mismo cuarto, algo que Morgan no pudo evitar pensar a pesar de sentir todo su cuerpo pesado.
No se dio cuenta cuando el ingeniero le quito su camisón y le coloco uno nuevo. Era un olor fresco...limpio, y ahora estaba frente a ella, limpiando la sangre seca de su rostro y después extendiéndole un vaso de agua.
La cama estaba limpia de nuevo, Tony tenía una nueva camisa, como si nada hubiera pasado.
Preocupado, el ingeniero la recostó y después coloco un trapo con agua fría en la frente de la niña. Morgan cerró los ojos ante aquel contacto, no le gustaba en lo absoluto.
Se sentía demasiado mal... ¿Qué era eso que había visto en sus sueños?
—Es básicamente la primera vez que sale tanto, Tony...tiene sentido que haya enfermado o...
—Sí. Pudo ser eso. –Murmuro el hombre intranquilo, volviendo a cambiar el paño por uno más fresco. — ¿Puedes...? ¿Puedes despertar a Clint? Sinceramente no sé qué hacer y...
—Tranquilo. Lo estás haciendo bien... Iré por él. —Era Bruce.
Morgan sintió una mano helada sobre su mejilla y entreabrió los ojos por el nuevo contacto emitiendo una leve queja, era Natasha.
La mujer le sonrió con calma a la niña, sabiendo que debía relajarla. Quizá era la primera vez que se sentía tan mal.
