Capítulo dieciséis: La ira de Hulk.

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SEGUNDA PARTE


—El vibranio se está alejando.

—Y tú no iras a ninguna parte.

—Claro que no, ya...me encuentro allá.

*Señor, el protocolo Burbuja se ha activado.*

—Ya entenderás, pero antes, debes atrapar al Dr. Banner...y ver donde se encuentra tu hija.

Morgan se encontraba de rodillas sobre el césped

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Morgan se encontraba de rodillas sobre el césped.

Estaba totalmente mareada, ¿Qué había sido eso? No sabía, pero era definitivo que iba a vomitar todo su desayuno en cuanto descubriera como sacar su cabeza de aquella armadura.

A penas estaba intentando recuperar el aire, cuando una figura metálica se colocó enfrente de ella.

—Maguna, ¿Dónde está Banner? ¿Qué paso?

La niña desvió la vista, confundida por el cambio brusco de emociones que había tenido en cuestión de minutos.

—N...no se...estaba conmigo, pero....

—De acuerdo, explícame después, ¿Si?

El señor Stark parecía muy estresado.

—FRIDAY, noticia o video, clave: Hulk.

Frente a los ojos de Tony, aparecieron muchas imágenes y videos de su amigo verde destruyendo cualquier cosa que se le ponía enfrente. Esto no podía estar pasando.

— ¿El Dr. Banner está bien, señor Stark?

Pero otra vez, Tony no le hizo caso. Necesitaba ayuda, ojala alguien estuviera disponible.

—Natasha, me encantaría un arrullo.

Morgan también escucho aquella conversación en sus oídos, sobresaltándose un poco.

— No creo que se pueda, no por un rato. –Era Clint, y su voz era demasiado cortada.

Tony bufo, Morgan comenzaba a sentir que estorbaba en aquel escenario.

—Morgan está conmigo, ¿Alguien puede acercarse por ella?

—No es probable, Tones. Todo el equipo sufrió daño, nadie puede ayudarte.

El hombre de hierro solo pudo suspirar aún más frustrado y tomo a Morgan en brazos sin previo aviso. Sonaba como una madre soltera buscando guardería para su hijo.

—Okay, Androide. Necesito que te tomes fuerte de mí y me obedezcas en extremo, ¿de acuerdo?

—De acuer...

Te Amo Tres Mil. (IronDad)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora