Capítulo 1

419 33 1
                                    

Suena el despertador, me levanto, voy a la habitacion de Erick y le despierto, se ha vuelto a olvidar de poner el despertador.

-Despierta, cariño. Despierta, bebé -le despeino el pelo aun más.

-Mm, ¿por que me despiertas?

-Tienes que ir a trabajar.

-Ostia -se levanta de golpe. -Gracias, bebé, te amo -me besa.

Se levanta de la cama y se va al baño, cojo su maleta y le meto lo que necesita, como cada día. Luego de unos minutos sale del baño y se viste, yo salgo para la cocina para prepararle el desayuno, voy al baño y me cepillo los dientes salgo y ya se encuentra listo, excepto su corbata. Le ayudo con la corbata.

-¿Soy yo o estás mas bonita que nunca? -me coquetea.

-Eres tú. -le respondo con una sonrisa.

-Nah, estás muy bonita.

-Gracias -termino de arreglar su corbata. -Hecho.

Me besa y yo se lo sigo, amo mi vida, le amo a él.

-Venga, que llegarás tarde, tienes que desayunar -interrumpo el beso.

-Si, mamá.

-Oh, venga ya -reí.

Salimos de la habitación y se sienta en el sofá, le traigo el desayuno y nos lo comemos juntos, cuando terminamos, lo recojo y me despido de él.

-Chao, bebé, hasta luego.

-Hasta luego, amor -se despide de mi y entra en el coche.

Se había comprado un coche, y la moto que tenía era de un amigo suyo, cierro la puerta y voy a lavar los platos, cuando termino voy a sentarme en el sofá y uso el móvil. En eso me mandan un mensaje es mi amiga Valeria. Hablámos un rato y me aburro tanto que me duermo.

[...]

Me despierto y miro la hora, a esta hora es cuando me ducho, y le traigo algo a Erick para que coma, dice que le gusta mas cuando le hago la comida o cuando le traigo su comida favorita, entro al baño y me ducho, salgo y me visto con una camiseta normal y unos jeans azules, cojo mi móvil, mi cartera y mis llaves y salgo de casa, voy a una tienda de hamburguesa y compro dos para los dos, cojo el autobús y voy a donde su trabajo, cuando llego a mi parada bajo, entro en el edificio y voy directo al ascensor, toco el número y subo, cuando he llegado salgo y voy a su oficina, toco y oigo un adelante. Abro la puerta.

-Amor, estas aquí.

-Si, como todos los dias.

-Que bien que estés aquí, me moría de hambre, ¿que haría sin ti?

-Ay, no exageres.

-No estoy exagerando, eres la mejor novia de todas.

-Lo se -me sentí orgullosa de mi. - Venga, toma.

Pongo la bolsa en la mesa y el saca la hamburguesa y empieza a comer.

-Pues no bromeabas con lo de tener hambre.

-Claro, me comería cualquier cosa.

Saque mi hamburguesa y empece a comer, y comimos a gusto.

[...]

-Eres la mejor compañia, dijo mirándome, estaba sentada encima de él.

-Oh, ¿en serio?

-Oh, si, y te quiero para mi solito -nos besamos, fue un beso muy largo.

-Si seguimos, no tendré boca. -dije en el beso.

-Si hay algo que me guste en este mundo es tu boca, y tu culo, y tu pecho, y tu...

-Vale, esta bien -me levanto -Yo me voy, sigue trabajando.

-Vale, cuidate, llegaré pronto hoy.

-Vale, te amo -le beso una vez mas y salgo de la oficina.

Voy al ascensor y apreto el botón. Alguien detrás mía silba coquetamente, me giro y es un hombre... ¿joven? Unos treinta y pico.

-¿Y tú quien eres? No te habia visto nunca por aqui. -me habla.

-Ya es que... no trabajo aquí. -me giro.

Las puertas del ascensor se abren y entro, el también.

-Oye, ¿me podrías dar tu número? Me has parecido una buena chica y querría hablar más contigo.

-Lo siento, tengo novio, y es muy celoso.

-Da igual, solo quiero hablar contigo.

-Ya pero... no me parece bien -sonrío sincera.

-¿Por que no me lo quieres dar? ¿Te parezco mala persona?

-No, no es eso, solo que... no doy mi número a desconocidos.

-Ah, ¿y vienes por aquí mucho?

-Vengo todos los días.

-Vale, ¿y donde vas?

-Voy a mi casa.

-¿Quieres que te lleve?

-No, gracias.

-¿Segura? No te costará nada.

-Si, estoy segura -las puertas se abren y salgo rápidamente.

-¡Adiós, bonita!

Salgo del edificio y voy a la parada de bus, espero con impaciencia. Después de unos largos minutos viene el bus y entro, me siento y espero mi parada.

Una Vida Contigo | Erick Brian ColónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora