Capítulo 2

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Llego a casa por fin, no me gusta que alguien me coquetee cuando tengo novio, y menos si es muy celoso, y peor si trabajan los dos en la misma empresa. Agarro el móvil y le hablo a Valeria. Me dice que quedemos en la cafetería de cerca de mi casa. Espero unos minutos y bajo, su casa no está tan cerca de la mía, cuando ya me encuentro fuera voy hacia la cafetería, la espero dentro, minutos después ella viene, nos saludamos y hablamos.

-¿Que me querías contar? -pregunta Valeria exigiendo saber.

-Como todos los días voy al trabajo de Erick, y pues hoy cuando ya terminé de visitarle viene un chico y empieza a coquetearme, respondí todas sus preguntas pero pensé que no iba a acabar nunca, creo que mañana le voy a ver, creo que debería decírselo a Erick, ¿que opinas tú?

-Yo creo que se lo tienes que decir, y como los dos están en el mismo edificio le puede ir a cantar las cuarenta.

-Si, creo que es lo mejor.

-¿Quieren algo, señoritas? -preguntó de nuevo el camarero, solo que Valeria no estaba.

-Si, dame lo de siempre. -miró a Valeria extrañado. -Soy yo, Valeria Ramírez.

-Oh, si, Valeria, vale, ¿y usted?

-Lo mismo -respondo.

-Si me dice su nombre se lo apunto y la próxima vez que venga con ella le doy su pedido.

-Aitana Díaz.

-Bien -lo apunto, volveré con sus pedidos.

-Y pues eso, debes decírselo a Erick de inmediato.

-Si, se lo diré hoy cuando venga del trabajo. No quiero que Erick monte una escenita en el trabajo si le pilla al chico ese.

-Pero es que ¿quien no te va a coquetear? Tienes buen cuerpo y eres una chica encantadora.

-Bueno, no te pases -reí.

-No me paso, solo digo la verdad. -enarco una ceja.

-Bueno... -empiezo a usar mi móvil.

Minutos después nos traen la comida, comemos pero yo ya no puedo mas y se lo doy a Valeria.

-No sabes lo que te pierdes -dice con la boca lleno, yo solo asiento.

[...]

-Creo que deberíamos irnos.

-Si, ya tardamos aquí, Erick ya estará en casa. -dije levantándome.

-Si, vámonos.

-Espera que tengo que ir al baño. -me levanto y voy al baño.

Narra Valeria.

Estaba esperando a Aitana, que fue al baño, luego viene el camarero.

-¿Va a pagar ahora? -me pregunta.

-Si, ¿cuanto es?

-Son 4,75.

-Bien -saco mi cartera y pago.

-¿Ya se fue su amiga?

-No está en el baño, ¿por?

-Me pareció muy guapa, ¿puedo tener su número?

-Justamente estábamos hablando de eso, se fue a visitar a su novio y un chico le coqueteó, y sabiendo que su novio es celoso... no te conviene nada con ella.

Una Vida Contigo | Erick Brian ColónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora