Capítulo 8

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Al terminar de comer empezamos a besarnos, no se besa a alguien todos los días, así que a aprovecharlo.

Abren la puerta y nos separamos.

-Oh -se sorprende -Erick... ¿me estás engañando con esta tía? -pregunta la chica.

-¿Que? No, es mi novia -responde él.

-Yo soy tu novia.

-¿Valentina puedes salir de aquí, por favor?

-Claro que no, ¿me estas engañando y me pides que me vaya? ¿Que pasa contigo?

-¿Que pasa conmigo? -me levanto ya que él lo pedía. -¿Que pasa contigo? Te gusta molestarme siempre, ¿por que no puedes dejarme en paz? -dijo delante de ella.

-Pero tenemos algo.

-¿Qué tenemos? No tenemos nada.

-Pero nuestro amor es real.

-Creo que te has escapado del manicomio. -dijo con sus manos en los bolsillos.

Ella pasa su mano por el cuello de Erick y el otro en el pecho y le besa. De inmediato se aparta después de sacar sus manos del bolsillo y empujarla.

-¡Valentina! Te voy a denunciar por acosadora -dijo borrándose el beso de la boca.

Yo estaba que me moría, que una chica bese a mi novio delante de mi no estaban en mis planes.

-No soy ninguna acosadora, eres mi novio, ¿por que me rechazas?

-Valentina, métetelo en la cabeza, no me gustas ni me gustarás, y tampoco somos novios, ¡aléjate de mi y nunca me hables! ¡Grábatelo en la cabeza! ¡Y ahora sal de mi oficina!

Ella empezó a llorar con lo que le dijo, en serio que estaba loca, ella se fue corriendo y salió. Erick se giró hacia mi frustrado y echando su pelo para atrás con su mano para luego ponerlo a cada lado de su cintura.

-¿Estas bien?

-No, no estoy bien, no estoy nada bien, esa psicópata no para de acosarme todo el puto rato. Siento que hayas visto eso y como me besó...

-Tranquilo, espera.

Saqué un papel que tenía en el bolsillo trasero y le limpié la boca. Sonrió.

-En serio, tampoco es que me haya pegado un virus.

-No voy a besar la misma boca que otra persona ha besado. Sin antes limpiarlo. -dije limpiándolo. -Ahora si -le besé.

-En serio tengo que buscarme otro trabajo.

-Estoy de acuerdo. Esta tía no me gusta, un poco mas y la dejo medio paralítica. -rió -No te rías, esto es serio.

-Vale, vale.

(...)

Volvimos juntos del trabajo, llegamos a casa, el se fue a duchar y guardar todo, mañana era domingo y no iría a trabajar, guay.

Yo miro la televisión esperándole, para no aburrirme saqué el móvil y fui a ver videos de YouTube, son muy interesantes y llaman la atención.

Minutos después seguía en el salón, Erick ya se había duchado y miraba el televisor.

-¿Que es mas interesante que yo en ese móvil tuyo?

-Eh... ¿los videos de YouTube?

-¿En serio?

-Puede.

-Oye, ¿no tienes nada de que hablar conmigo?

-Eh... no, ¡si!

-Dime.

-¿Tienes amigos guapos?

-A-a... ¿amigos guapos?

-Si.

-No, no los tengo, son todos feos, muy feos, horribles, además tienen la feitis y... es de por vida, y están calvos, si, todos calvos... -dijo caminando a cada lado.

-Calmate, tranquilo, ¿que te pasa?

-Nada.

-Oye, en serio, dime quete pasa.

Se calló un segundo y habló.

-Me quieres cambiar por otro. -hizo un puchero.

-¿Que, no? ¿Por que piensas eso?

-Me has preguntado si tengo amigos guapos.

-Para mis amigas, estas loco.

-Lo se, bueno, si que tengo, solo dos.

-¿Y Christopher, Zabdiel...?

-Cambié de móvil y mis contactos se fueron. Les echo de menos.

-Yo igual.

-Ejem, ejem.

-Eran buena amistad.

-Ah, si, tienes razón.

-Celoso de mierda.

-No me hables así.

-Yo te hablo como yo quiera.

-Mm, yo soy el hombre de la casa.

-Yo soy la mujer de la casa.

-Soy mayor que tú.

-¿Y que?

-No se.

-Mm -le miré queriendo matarlo.

Una Vida Contigo | Erick Brian ColónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora