Capítulo 18

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Ahora mismo íbamos de camino a una librería, habían buenas películas, de romance y de acción. Sobre todo las de narcotraficantes.

Compramos unas cuantas, íbamos a verlas todas esta misma noche, sería una noche de chicas. Le pediré a Erick que no nos moleste. Y no literalmente.

Entramos en el centro comercial, después de haber aparcado el coche.

Entramos en casi todas del piso tres y algunas del piso dos. Compramos miles de prendas.

Luego fuimos al restaurante, pedimos unas cuantas cosas del menú y luego el postre.

Al salir había una minitienda entré y compré Red Bull, siete bebidas energéticas. Se que lo necesitaremos.

-Joder, tías, creo que estoy embarazada, voy a reventar. Ya no puedo dar ni un paso más. -Habló Celeste.

-Y que lo digas. No deberíamos haber pedido tantas cosas. -dice Priscila.

-Pero a merecido la pena, ¿no, chicas? -pregunté.

-Algo si -dicen todas.

Vaya, caminamos hacia el coche y entramos.

-No te apoyes sobre mi, Cinthia. -Scarlett se queja.

-¿Y como quieres que me siente?

-No se, pero no te apoyes.

-Es verdad, que estamos apretadas -Celeste habla.

-Mira quien habla. -Priscila la mira con una mirada asesina. -Estás encima mía.

Así empezaron todas a discutir.

-¡Ya callaos! Me vais a dejar sorda. Si a nadie le va bien ahí detrás que se siente con las compras ahí en el maletero. -grité enfadada.

Todas se callaron, ahora si que hay paz y tranquilidad. Conduje hasta casa y saqué mis compras, las guardé en mi habitación. Ya casi anochecía, así que me quité la ropa, puse mi pijama, me hice un moño, me puse las zapatillas de casa y salí a hacer las palomitas, en eso sacaba un bol.

-¡Que película vais a poner? -grité desde la cocina.

-Solo en casa 2. -Cinthia me contesta.

-No me acuerdo de haber comprado esa película.

-Lo se, lo compraste por mi.

-Sabes que no.

-Vale, lo metí en la bolsa, y lo pagaste.

-Gracias, ahora miraremos algo cutre.

-Da igual. Una película es una película.

-Vale, empiecen a poner la película. -les digo.

Al terminar saqué un bol muy grande y lo eché todo, había llenado el bol y algunas se habían caído.

Llegué al salón el video empezó. Y enseguida empezaron a meter las manos en el bol cogiendo palomitas.

-Uff, uff -bufaron.

-Eso os pasa por meter la mano. -dije.

Seguimos mirando la película, no es tan aburrido.

(...)

Al terminar la película pusimos otra de narcotraficantes, se llamaba Mío.
Luego miraríamos la secuela, que es Suya.

-Es condenadamente sexy. -digo.

-Y que lo digas -habló Celeste. -¿Pero sabes quien me gusta?

-¿Quien? -pregunto.

-Christopher.

-¿Christopher? -pregunto apartando la vista de la tele.

-Si.

-¿Mi amigo Christopher?

-Si -me quedé con la boca abierta -Es que es muy gracioso, y guapo.

-Vale, ya hablaremos de eso luego, vamos a mirar la peli.

Cuando esta terminó, puse la secuela. La miramos, tuvo un final feliz. Raramente, se supone que tenía que seguir matando. Pero está bonita.

-¡Hablemos de chicos! -gritó Cinthia.

-Si, yo también tengo algo que decirte. -habló Valeria.

-¿Que será? -pregunté, era una pregunta retórica.

Fui a guardar el bol en la cocina y fui a mi habitación donde estaban esperándome las chicas.

Vayan a "conversaciones" en mi perfil y lean el nuevo anuncio que puse. Gracias.

Una Vida Contigo | Erick Brian ColónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora