Capítulo 6

249 30 2
                                    

Llegué a casa, estaba realmente enfadada, fui a ala cocina y bebí de la Coca-Cola. Decidí irme a dormir, ¿que haría en casa todo el día aburrida? Tengo mejores cosas que hacer, y una de esas es dormir.

Narra Erick.

-Cállate, esto es tu culpa.

-¿Mi culpa? Me llamaste.

-Para que fueses a archivar esos papeles -le dije enfadado.

-Pero tú sabes que me gustas.

-Y tú sabes que tengo novia.

-Ay, mi amor -vino y enredó sus manos en mi cuello -Podemos hacer cualquier cosas a escondidas.

-No -me separé de ella -No le soy infiel a mi novia, y encima nos vio besándonos.

-Dile que fue un malentendido, y luego vienes a mi casa y arreglamos.

-No, Valentina. A mi no me gustas, ¿puedes dejarme en paz?

-No. -resigné poniendo mi cabeza para atrás. -¿Que? -preguntó haciéndose la que no sabía -Me preguntaste y te respondí.

-Déjame en paz, ahora es una afirmación.

-Te llamaré -me guiñó.

-No responderé -murmuré.

Salió dejándome, agh, seguí trabajando, ya quería salir de esta empresa. Nunca nos habíamos peleado desde que sucedió lo de Richard y ella. Y me siento muy mal, pero no significa que tenga que besar a otra persona, y menos que sea mi jefe.

Seguí archivando papeles, ya que Valentina vino y se fue sin nada. Tuve el doble de trabajo, o el triple quizás, con este lío que duró unos 20 minutos, mas mi jefe regañándome y yo a él, mas hacer que Valentina saliera de mi oficina eso suma 35 minutos. Llegaré tarde a casa. Seguí archivando algunos papeles, firmándolos y así el resto de la tarde.

Narra Aitana.

-En serio, Scarlett. Yo ya no se que pensar, todo iba bien...

Estaba tumbada en mi cama y hablando con una muy buena amiga mía, desde que me mudé conocí a unas buenas amigas, Valeria y Scarlett son una de ellas, siempre puedo contar con ellas.

-Pues deja que te explique y luego saber si miente o dice la verdad.

-Ni aunque le perdonara, él no me perdonaría, besé a su jefe.

-Eso te pasa por actuar sin saber, seguro que ha pasado algo y por eso besó a esa chica, incluso puede ser que la chica le besó a Erick.

-Puede, bueno, a esperar que venga y lo resolvamos.

-Vale, me cuentas lo sucedido.

-Ok.

-Bueno, chao que tengo que llegar a casa. -corté.

Me quedé tumbada bocarriba pensando lo que pasará mas tarde, nunca nos habíamos peleado desde que dejamos nuestro pasado atrás, y no quiero que se separe de mi por una tontería. Yo le amo mucho y quiero que le quede claro, incluso se lo podría pegar en la pared de su habitación.

(...)

Llevo así por lo menos 45 minutos y aún no llega. Seguro que se quedó besando a la tipa esa.

Nunca ha llegado tarde, y ahora que ha pasado todo esto... seguro que está enfadado conmigo, y se fue a otra parte, o no se.

-Aitana.

Oigo que me llaman en el salón, salgo de inmediato porque ya se quien es.

-Erick. -digo al verle deprimido.

-Necesito hablar contigo.

-Vale.

-Vuelvo en un momento, guardo mi maleta y vengo.

-Ok, aquí te espero.

Estaba nerviosa, ¿que querrá decirme? Seguro que me deja por esa mujer. Bueno, hice mal, me lo merezco ¿verdad?

-Aquí estoy -yo ya estaba sentada en el sofá, él se sentó a mi lado. -Bueno, quiero hablar contigo sobre lo que pasó hoy.

-Te escucho.

-Lo que viste hoy fue un error, yo llamé a Valentina para que me ayudara a archivar unos papeles para tener menos trabajo, pero yo a ella le gusto, y me besó. Si se lo seguí pero no era mi intención, bueno, luego nos viste y me separé de ella y fui a explicarte, cuando te vi besándote con mi jefe. Y pues me volví loco. Y me enfrenté a mi jefe. Yo no quería que te sintieras mal, sabes que nunca te sería infiel.

-Entiendo, bueno, yo también hice mal, y lo reconozco, yo no quería besar a tu jefe, pero cuando vi que venías tuve que hacerlo solo para vengarme. Lo siento mucho, no quiero que nada se interponga en lo nuestro, sabes que eres lo que más quiero en esta vida.

-Te amo, mi amor -me besó -Prométeme que no besarás a otra persona que no sea yo.

-Solo te lo prometeré si me prometes que no volverás a besar a otra chica.

-No fui yo quien la besó pero te lo prometo. -dijo sacando su dedo meñique.

-Te lo prometo -enredamos dedos y nos volvimos a besar.

Una Vida Contigo | Erick Brian ColónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora