30. La desaparición del rayo

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En cuanto la señora que nos había adquirido a Tanjiro y a mí nos mostró el lugar ambos nos pusimos a buscar información, aunque era algo difícil ya que a ambos nos asignaron tareas de inmediato.

- Sumiko, ¿Podrías llevar algunas estás cosas a la habitación de la Oiran Koinatsu?

"Sumiko" era el nombre falso que estaba usando Tanjiro, lo mire de reojo mientras veía como se cargaba de al menos ocho paquetes de una vez.

- ¡E-espera Tan...! ¡Sumiko! No cargues demasiado, puedo ayudarte

- Está bien, no pesa mucho

Tuve que fingir sonreír mientras rogaba internamente porque Tanjiro se diera cuenta de que una chica de su supuesta edad no debería de tener esa fuerza normalmente.

- Tranquila, Katsune, parece que Sumiko lo tiene controlado, aunque parace demasiado fuerte en ocasiones

Otra chica que al parecer habían adquirido recientemente me detuvo poniéndome una mano en el hombro.

- Ehh, de acuerdo...

- Además tu pareces muy delicada, no debería ser bueno para ti cargar con cosas pesadas.

- Es cierto, ¿Te parece mejor si continúas doblando la ropa?

Asentí y volví a sentarme en el suelo para continuar doblando las prendas blancas.
Ya estaba por terminar cuando ví que había una especie de paquete pequeño tirado en el suelo.

- Anfitriona, disculpe pero...¿Este paquete también era para la Oiran Koinatsu?

- Ah, si. Debió haberse le caído a Sumiko, ¿Crees que puedas llevarlo?

- Con gusto

Sirve que puedo hablar en privado con Tanjiro. Tomé el paquete en mis manos y me acomodé el kimono mientras iba hacia la habitación de la Oiran.
Cuando estaba frente a la puerta me pareció escuchar unas voces, así que mejor me quedé afuera escuchando antes de entrar.

Parecía la voz de dos chicas junto con la fingida de falseto de Tanjiro. Estaban mencionandole algo acerca de chicas que "perdían su rastro", que básicamente era escapar sin haber pagado su deuda o que huian con sus amados.

- Incluso la Oiran Suma hace unos días...

Un momento, esa es una de las esposas de Uzui. Puse una mano en la puerta para acercarme a escuchar más pero solté un respingo cuando escuché una voz a mis espaldas.

- Eres Katsune, ¿Cierto?. No es educado en una chica tan linda escuchar conversaciónes ajenas

Me di la vuelta, la Oiran Koinatsu (la dueña de la habitación) me miraba con una leve sonrisa. Vaya que es muy bonita.

- Lo-lo lamento, Oiran. Traje un paquete para usted pero no sabía si se encontraba en su habitación

- Tranquila, solo pasa la próxima vez. Ten, gracias por traerme ese paquete.

La Oiran se me acercó y tomó mi mano libre, para depositar un colorido caramelo en ella y luego cerrar mis dedos alrededor de el con suavidad.
Luce delicioso.

- Muchas gracias Oiran, aunque no era necesario, es un paquete muy pequeño

- Vamos, pasa

La Oiran abrió la puerta y entré tras de ella, Tanjiro estaba hablando con dos chicas que de inmediato saludaron a Koinatsu en cuanto la vieron.

- ¡A ti no te conocíamos! ¡¿Eres una Oiran?! ¡Luces preciosa a pesar de no estar muy arreglada!

El Zorro y el Jabalí /-Inosuke x Male Reader-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora