Prólogo II

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Con la ayuda intensa (y violenta) que me brindó Sabito termine lleno de moretones, pero para el atardecer del tercer día había logrado dominar cada una de las diez posturas de la respiración de agua.

Por extraño que parezca, el maestro Urokodaki más que alegrarse pareció algo triste al aceptar que yo tendría que ir a la prueba final con Giyuu y Sabito.

El último día antes de tener que ir a la prueba, el maestro nos asignó una última carrera de obstáculos, dijo que está vez sería la más difícil que haríamos.

-Será lo más fácil del mundo

- No deberías confiarte, Kitsune

- Lo siento,tienes razón Giyuu, pero estoy emocionado

Sabito se acercó a dónde estábamos, y Giyuu se alejó de inmediato. Por lo visto habían tenido una pelea ayer, pero no supe de que se trató.
Ambos son mayores que yo, y probablemente tengamos que ayudarnos si queremos pasar la prueba, así que deberían dejar de actuar tan infantiles y disculparse en lugar de estarse evitando.

Dejé mi bufanda en casa, no me gustaba que se maltratara o ensuciara durante las pistas de obstáculos que nos ponía el maestro.
......

Todo era muy fácil, y no solo para mí. Sabito iba pisandome los talones, y Giyuu venía técnicamente a la par de él. Ambos habían mejorado mucho en esto, mientras que yo me retrasé un poco por mi entrenamiento con la espada.

Aún así, sigo siendo el mejor en esta prueba.
Esquivé una trampa de un tronco que tenía la intención de golpearme en el costado, pero al buscar donde aterrizar me distrajo un quejido de dolor a mi derecha.

- ¡¿Sabito?!

Voltee a verlo, el tronco lo había golpeado de lleno en el costado, e iba directo hacia una trampa oculta en el suelo. Apenas apoyé mis pies en el piso use el impulso que ya llevaba para llegar hasta donde estaba Sabito y empujarlo, cambiando su trayectoria.

Cayó de manera brusca, pero en una parte limpia de trampas. Por desgracia, no puedo decir lo mismo de mí.

- ¡AHHH! ¡DUELE!

Giyuu se había detenido un poco más adelante y ahora regresaba corriendo hasta donde yo estaba. La especie de trampa para osos modificada en la que había caído tenía como función únicamente dejar marcada mi piel, y tal vez a lo mucho causarme una torcedura de tobillo, claro, eso si te atrapaba el tobillo, como debería de haber sido si la pisabas.

Pero como al pegar contra el suelo fue mi pierna izquierda la que cayó sobre ella ahora la tenía fuertemente incrustada en la parte interior y carnosa de mi pierna, podía sentir que había traspasado la ligera ropa que llevaba y llegado hasta el músculo. Mierda duele, DUELE MUCHO.

Me aferre al suelo con una mano, enterrando mis dedos en la tierra. Con la otra mano me arañaba la cara por el dolor mientras se me salían las lágrimas. Mi sangre caliente escurría por las heridas mientras leves y dolorosa espasmos me recorrían la pierna.

- Tranquilo, respira _____. ¡Sabito! ¡Ve por Urokodaki!

Me pareció escuchar los pasos de Sabito alejarse, me incorporé levemente para observar como Giyuu intentaba separar las fauces de la trampa para liberar mi pierna.

- ¡Detente! ¡Duele maldita sea!

-¡Lo se, pero tienes que dejar que te ayude!

Giyuu se rindió en intentar abrir la trampa, así que la desenterró y después de hacerme un torniquete improvisado con un pedazo de mi pantalón roto me cargó en brazos. El movimiento que hacia mí amigo al correr junto a la perdida de sangre hacia que me entrarán muchas náuseas y mareos.

El Zorro y el Jabalí /-Inosuke x Male Reader-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora