42. Serpientes de tierra

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En cuánto llegué a la villa no tuve ocasión de preocuparme por Muichirou, ya que de inmediato tuve que comenzar a ocuparme de los numerosos peces demonio que ya llevaban un rato haciendo estragos.

Solo espero que Genya, Tanjiro y Nezuko estén bien...

Atravesé limpiamente el jarrón sobre la espalda de uno de los peces, el cual había estado a punto de devorar a un herrero. Me arranqué el par de agujas que aún tenía encajadas en la piel, comenzaba a sentir un poco agarrotados los músculo así que me temo que de nuevo me envenenaron.

Me volví hacia los herreros que se agrupaban en la calle.

- ¡Vayan a esconderse! ¡Yo me encargaré!

- ¡Están atacando la casa del jefe también! ¡Por favor vaya a ayudarlo!

- No se preocupen por eso

Avancé en dirección a la gran casa a la que fui el primer día que vine, mientras me encargaba de los demonios que me encontraba por el camino, no era muy complicado pero era fastidioso.

Cuando al fin llegué sentí un vacío en el estómago al ver lo destrozado que estaba el edificio, me apresuré a subir con el corazón latiendo con fuerza por el miedo de haber llegado tarde.

- ¡_____! ¿Estás bien? ¡No te había visto con la espada desenvainada, luces muy genial!

- ¡Se-señorita Mitsuri! Eso se escuchó algo mal...

Sentía las mejillas acaloradas mientras la joven pilar me miraba con una sonrisa, en sus brazos sostenía al líder de la villa quien gracias al cielo parecía estar bien. Uno de los herreros heridos sostenía la mano de Mitsuri, decidí no preguntar.

Me acerqué corriendo a su lado y me ocupe de vendar algunas heridas del jefe mientras la interrogaba acerca del paradero de mis amigos.

- Lo lamento _____, pero acabo de llegar, me encontraba en mi distrito cuando el cuervo me guío hacia acá.

- Ya veo...

Pensaba preguntarle más cosas pero un estruendo algo lejano nos hizo voltear a ambos, parecía provenir de una de las zonas de la villa más metidas en el bosque.

- ¡Vamos!

- ¡Sí!
....

Nos movimos rápidamente hacía el lugar de donde se originaba el ruido, al llegar nos topamos con una especie de enormes y feroces serpientes hechas de tierra y árboles. Tenían prisioneros a mis tres amigos, todos lucían muy heridos y cansados.

- Maldita sea...

Tengo miedo, en cuanto localicé al demonio que parecía controlar este desastre me quedé paralizado unos segundos. Tenía la apariencia de un niño pero si presencia...me hacía estremecer....

- ¡____! ¡Hay que ayudarlos!

Reaccione cuando Mitsuri me habló mientras de dirigía a dónde estaba Tanjiro, ignoré el miedo que sentía por el demonio y la creciente debilidad en mi sangre por el veneno para dirigirme hacía Nezuko.

- Tranquila pequeña.

Octava postura, ¡Lago de la Cascada!

Mi espada cayó con fuerza y velocidad sobre el cuello de la gran cabeza que tenía sujeta a la hermana de Tanjiro, rebanadolo y liberandola.

Abracé a la chica para cargarla mientras saltaba en dirección a Genya, Mitsuri ya había puesto a salvo a Tanjiro y ahora mismo se estaba peleando con la luna superior, por lo que debo de aprovechar ahora que está algo distraído.

El Zorro y el Jabalí /-Inosuke x Male Reader-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora