37. Plática de dos zorros

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Un ataque de tos me hizo abrir los ojos con brusquedad, me llevé una mano a la garganta mientras carraspeaba un poco.

Maldita sea, la siento muy seca. Entreabri los ojos con dificultad, no sé cuánto dormí pero me siento muy cansado, miré al techo mientras comenzaba a recordar porque me dolía tanto todo el brazo izquierdo y la pierna derecha.

-______....

Escuché el ruido sordo de algo cayendo sobre el suelo, dirigí mi vista en dirección al sonido lo más rápido que pude y esbocé una leve sonrisa.

- Bu...buenos días, Ki-kiyo

La pequeña me miró un segundo antes de comenzar a llorar en voz alta y lanzarse a abrazarme.
Me quejé un poco cuando su brazo golpeó contra mis costillas, me dolían aún por todos los golpes que había recibido en el abdomen durante la pelea en el Distrito Rojo. Aún así la rodee con un brazo mientras le acariciaba la cabeza.

- ¡______ ! ¡Al fin despertaste! ¡Me asusté mucho cuando me dijeron que casi morías!

¿Que clase de persona le dice eso a una niña tan dulce como ella? Suspiré e intenté rascarme la mejilla, pero de inmediato noté que tenía la mano izquierda envuelta en vendas hasta el codo, además de que tenía una especie de soporte extraño en la muñeca.
Ah, cierto, me la rompí al final. Solté una leve risa que hizo que me doliera un poco el pecho.

- Tranquila, estoy bien ahora. Y seguro fue porque tú me cuidaste, ¿Verdad?

Le sequé las mejillas húmedas a la pequeña quien siguió gimoteando unos momentos más, hasta que un cuervo entró al cuarto abriendo a golpes la ventana mal cerrada.

- ¡Idiota! ¡Te lastimaste mucho! ¡Tardaste en despertar!

Hayate dió un par de vueltas volando alrededor del techo mientras graznaba sonoramente, finalmente dejó caer unas cartas amarradas juntas en mi regazo antes de bajar y posarse en mi hombro para picotearme la cabeza y la oreja.

- ¡Auch! ¡Auch! ¡Esta bien, está bien! ¡Tendré más cuidado!

Mi cuervo frotó momentáneamente su cabeza contra mi mejilla, le acaricié las plumas antes de voltear a ver a Kiyo, quien me seguía abrazando.

- Pequeña, ¿Crees que puedas traerme una caja pequeña que estaba en el bolsillo interior mi haori? Bueno, al menos espero que siga ahí.

- ¡Si! No hay problema

Le sonreí y le di un pequeño beso en la frente antes de que se dirigiera a la puerta, aunque fue bueno que se tardara en ir ya que cuando iba a medio camino la puerta se abrió de golpe con excesiva fuerza, provocando que la niña y yo pegáramos un pequeño brinco y que mi cuervo moviera las alas, molesto.

- ¡¿_____ DESPERTÓ?!

Me hubiera gustado contestar sarcásticamente, pero en cuanto ví que quién estaba haciendo tremendo show era Inosuke no pude hacer otra cosa que sonreír mientras los ojos me lloraban y estiraba mis brazos torpemente hacía el.

- ¡Inosuke! ¡Estás bien!

Ni siquiera ví en que momento se movió, ni me importó, ya que al segundo siguiente me estaba abrazado con fuerza. Hayate abandonó mi hombro mientras graznaba de manera indignada, tendré que disculparme con él más tarde porque ahora mismo solo quiero mantener a Inosuke lo más cerca que pueda de mí.

- E-en verdad estás vivo, pensé que yo ya estaba muerto o alucinando cu-cuando....

El Zorro y el Jabalí /-Inosuke x Male Reader-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora