41. Estrenando la nueva espada

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A pesar de que estuve cerca de una semana en la villa de los herreros (ya que quería aprovechar para recoger mi espada pero cuando pregunté por Yuuto me dijeron que aún estaba terminando mi espada) no le ví ni la sombra a Tanjiro.

Me la pasé comiendo con Mitsuri, en las aguas termales con Genya y, para mí sorpresa, entrenando con Muichiro unas pocas veces, con una espada prestada claro está. Al parecer el había venido para probar algo que le ayudaría a mejorar como espadachín (se negó a entrar en detalles) pero ya que según él fue una pérdida de tiempo se iba a tener que conformar con entrenar conmigo.

- Lamento interrumpir, ¿Eres ______ Kitsune?

Muichirou ignoró por completo al herrero que había llegado a la parte del bosque dónde estábamos entrenando, tuve que responder mientras esquivaba los ataques de mi compañero.

- Eh, ¡Si!, ¿Qué...sucede? ¡Ah, Muichirou espera un poco!

- Estamos entrenando, si no ordenado tus prioridades morirás fácilmente al pelear contra un demonio.

Me aparté por muy poco del camino de su espada, sin embargo aún así el filo de esta me cortó varias mechas de mi cabello, además de que me lo desató al cortar la liga con la que lo amarraba.

- Esto...¡Me mandaron a informarle que ya está lista su nueva espada!

- ¡¿De verdad?! ¡Gracias!

Tokito me lanzó un tajo algo más descuidado que los demás, aproveché para tomar su mano o obligarlo a soltar su espada, mientras mantenía la mía a una distancia segura pero amenazante de su cuello.

- Disculpe, ¿Podríamos seguir con esto después? Tengo que ir por mi espada, con esta no me puedo mover bien, es muy pesada para mí

Mi compañero tardó unos segundos en ceder, lo solté y envaine la espada que me habían prestado.

- ¿Por qué me hablas de esa manera formal?

- Bueno, soy mayor que tú pero en estos momentos tú me estás enseñando a pesar de que es una perdida de tiempo para ti.

-...eso no tiene mucho sentido

- Jaja, ¿De verdad?

Sacudí un poco mi cabello, algunos mechones cortado cayeron al suelo. Pensé que podría terminar herido de muchas formas si entrenaba con Muichiro, pero no se me ocurrió que me fuera a cortar el cabello que llevo unos diez años dejando crecer.

- Ah, disculpe...

- ¡Cierto! Perdona, ¡Nos vemos luego, "maestro" Tokito! Estaré por aquí si me llega a necesitar.

Me despedí de él con la mano, me devolvió el gesto apenas antes de que yo me diera media vuelta y siguiera al herrero.
....

- Waaa, ¡Eres genial Yuuto!

Alabé de nuevo a mi forjador mientras blandía mi nueva espada, era más ligera que la última que había tenido, y notablemente más afilada (además el chico había añadido un doble filo en la punta), aún así por lo que veía la hoja era resistente y lo suficientemente gruesa.

La empuñadura era de un color naranja rojizo con blanco, y la pieza de madera entre esta y el comienzo del filo tenía unos grabados maravillosos de zorros de nueve colas, además de ella colgaban un par de cortos hilos rojos adornados en las puntas.

- ¡Esto es demasiado trabajo! Me vas a hacer sentir mal si le pasa algo

- ¡No te preocupes! Es una muy buena espada, no se romperá tan fácil, además me gusta hacer detalles como esos, ¿Ya viste la base de la hoja?

Observé donde me señaló, la base del metal tenía un grabado no muy profundo pero visible de unas olas.
Abracé a Yuuto mientras le agradecía, este niño es mucho más hábil que yo.

- Por favor no me agradezca todavía, ni siquiera ha visto el extra que le preparé.

- ¿Extra...?

Fue hacía una repisa del cuarto donde nos encontrábamos y tomo una caja alargada que descansaba ahí. Regresó a dónde yo esperaba, abrió la sencilla caja de maderas rojiza. Al asomarme no comprendí muy bien lo que veía.

- ¿Qué es?

- Me enteré de las heridas que tuvo en aquella pelea contra esa luna superior...supongo que su muñeca aún no está del todo bien.

Asentí, si bien ya estaba "curada" seguía estando algo entumecida, había sido una fractura bastante grave, por lo que pasaría tiempo antes de que mis movimientos dejarán de ser ligeramente torpes y lentos... aunque ese "ligeramente" podría llegar a ser mortal si peleaba contra algún demonio fuerte.

Yuuto sacó lo que a mí al principio me pareció una fusión extraña de pequeños cinturones con pedazos de una especie de cuero delgado y flexible, aunque cuando me pidió que extendiera mi mano y comenzó a colocarme esa cosa en mi muñeca comencé a entender.

- ¿Es un soporte o algo así?

- Es la idea.

Pasó una tira por la mitad de mi mano, encima de mí pulgar, y la abrochó en el dorso.

- Listo, parece complicado de poner pero ya verá que no lo es tanto. ¿Podría probar empuñar su espada?

Obedecí, pensé que sería molesto hacerlo con el par de tiras que cruzaban por mi palma antes de unirse a las de mi muñeca, pero no resultaba para nada así.
Las de esa zona eran delgadas y estaban bien situadas, así que a menos que apretara demasiado la espada no me molestaría de ninguna forma.

- No es molesto...y mi agarre se siente algo más firme, creo que podría serme de ayuda mientras me termino de curar, ¡Gracias Yuuto!

Me siento avergonzado, Tanjiro terminó peor que yo pero aún así parece que se mueve como si nada, sin embargo no negaré que es un alivio tener esto.
....

Después de conversar brevemente con mi forjador decidí regresar al bosque a practicar un poco más.
Según yo había tomado el mismo camino que tomé en la mañana para ir a entrenar con Muichiro, pero de una manera u otra terminé perdido.

- Maldición...

Caminé entre los árboles por varios minutos hasta que me pareció escuchar ruido, más en específico voces...y aún más en específico gritos.

Corrí de inmediato en dirección al sonido, no tardé mucho en avistar a un herrero pequeño que intentaba protegerse torpemente con una espada, me asomé un poco más para ver de lo que se trataba, aunque sólo se podía tratar de una cosa.

Un demonio que parecía una colorida carpa deforme con una vasija sobre su lomo se lanzó a atacar al chico.
Me moví con rapidez para tomar al niño y sacarlo del camino del demonio, apenas me giré mientras pensaba como podía decapitarlo pero ya se me habían adelantado.

- ¿Pero qué...? ¡¿Muichirou?!

No sabía si estar más sorprendido de que el joven pilar hubiera salido de la nada o de que el estuviera ayudando a alguien "menos inportante" que el.

Aunque no tuve mucho tiempo de pensar en ello ya que la cosa está seguía moviéndose. Me puse de pie frente al chico, y desenvainé mi espada.

- ¿Por qué sigue moviéndose?

- No parece que sea un demonio, seguro es una invocación nada más

En ese caso... examiné rápidamente al demonio con la mirada, deteniendome unos milisegundos de más en el jarrón sobre su espalda.
Le pedí a Muichiro que cuidara del chico mientras echaba a correr hacía un costado para tener buen ángulo al atacar.
No lo pensé mucho más y me lancé contra el, rompiéndolo limpiamente.

- ¿Funcionó?

- ¿Tu que crees?

Mientras yo observaba al demonio desvanecerse el niño de la villa abrazaba a Tokito mientras lloraba, pidiéndole perdón por llamarlo cabeza de alga.
Intenté contener la risa mientras iba hacía ellos, aunque en cuanto comenzó a preocuparme el hecho de que hubiera demonios en este lugar "bien escondido" se me pasaron completamente las ganas de reír.

El Zorro y el Jabalí /-Inosuke x Male Reader-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora