El Zorro y el Jabalí /-Inosuke x Male Reader-

58. Un campo de Glicinas

- Inosuke...

- ¿Hmm?

Mi novio se acurrucó un poco más contra mí cuándo le hablé.

Debo admitir que fue un alivio que mi papá e Inosuke se llevaran mínimamente bien, o bueno, aunque sea no se pelearon en ningún momento. Tengo la impresión de que yo fui la razón de que el maestro Urokodaki fuera bastante tolerante con Inosuke, pero no me voy a quejar tomando en cuenta que incluso permitió que él pasara la noche compartiendo habitación (y cama) conmigo.
No es como si no lo hubiéramos hecho antes, pero aún así se siente un poco... emocionante.

Me pregunto cómo le estará llendo a Tanjiro con Giyuu y Zenitsu, creo que ellos tres durmieron en la sala para dejarle una habitación sola a Nezuko.

- ______, ¿Qué sucede? ¿Tienes frío? Iré a cerrar más la ventana

- Ah, no es eso, lo siento...yo sólo me pregunta algo

- ¿Qué cosa? Dímelo, ¡Lo solucionaré de inmediato!

Sentí la mano de Inosuke acariciar mi mejilla, mantuve los ojos cerrados y pegué un poco más mi rostro contra su mano, disfrutando de su tacto.
Inosuke es bastante brusco, pero cuando me acaricia de una manera tan delicada...

Abrí suavemente los ojos, sentí que Inosuke se sobresaltó por un instante, pero de inmediato intentó disimularlo.
Me pregunto que tanto cambiaron físicamente mis ojos, sé que tengo cicatrices en ambos, puedo sentirlas, pero nunca me he animado a preguntar si algo más cambió.

-...¿Hablas en serio acerca de casarte conmigo?

- ¡P-por supuesto que sí! ¡Incluso se lo dije a tu padre! Y ya te lo he dicho muchas veces, ¿Acaso no es suficiente para convencerte?

Inosuke dejó mi mejilla para poder tomar mis dos manos entre las suyas. Desde que quedé así él siempre intenta tener contacto físico cuándo está conmigo, a pesar de que nunca se lo pedí. No sé por qué lo haga, pero me hace sentir bien de alguna forma, el hecho de que él de esa manera me de a entender que sigue aquí conmigo...es tan agradable y triste.

- ¿Te casarías conmigo...a-aunque yo esté ciego y m-mi mano esté mal?

- ¿Eso importa?

Levanté la vista torpemente. La poca visión que había conservado en el ojo izquierdo había ido disminuyendo de a poco pero de manera notable. Ahora apenas si podía ver una vaga mezcla de sombras, y la poco luz no ayudaba, pero a pesar de eso aún me parecía distinguir ese brillante y precioso verde característico de los ojos de Inosuke. Tan sólo quisiera poder ver su rostro una vez más... sólo una vez...

Cerré los ojos con fuerza, es demasiado doloroso el solo hecho de pensar en ello.

- Debería de importarte, ¡soy inútil!No puedo cargar cosas pesadas ni hacer esfuerzos con esa estúpida mano, y con mi ceguera sólo voy a ser aún más molesto para ti...no pu-puedo ni llorar bien...¿Por qué seguirías queriéndome...?

- ¿Por qué no habría de hacerlo, tonto?

Inosuke llevó una de mis manos a su mejilla, podía sentir cómo se movía mientras el hablaba.

- ¿Recuerdas lo que te dije hace un tiempo? Te dije que no iba a dejarte ni verte mal hasta que descubriera lo que me hiciste, ¡Y voy a cumplirlo! Hasta el momento en que entienda por qué aceleras mi corazón con una simple sonrisa y por qué odio tanto verte mal, hasta el día en que descubra que es lo que me hipnotiza tanto cuándo te miro...hasta entonces, ¡Hasta entonces me quedaré a tu lado!