You're Not For Me || 2Jae ||

Capitulo 24

Si todo fue un error, entonces... conocerte fue una de las más grandes maldiciones que pude tener.

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Jaebum seguía dentro suyo, el menor se sostenía de la espalda ancha de su Alfa, este no dejaba de embestir, concentrándose en su trabajo y en el placer que le brindaba al estar dentro de alguien tan estrecho.

La madre de Jaebum hasta ahora no había podido entrar a la habitación de su hijo, este se encontraba con seguro y a pesar de haberse acercado para hablarle o decirle que era necesario que salieran, todo por su bien, este no le hizo caso, al contrario, el lobo de Jaebum, tanto como este, gruñia al sentir la presencia de otra persona cerca suyo o cerca de su omega.

Ahora, estando de piernas abiertas y con Jaebum encima de el, Youngjae no dejaba de gritar y suspirar de placer, el siempre pensó que tener su primera vez sería algo hermoso, algo mágico que compartir con la mujer a la que el amaría, pero jamás pensó que el que haría de papel de la mujer sería nada más y nada menos que el, jamás espero tener un pene dentro suyo, nunca espero disfrutar tanto con los toques de Jaebum y con las profundas embestidas que daba.

Y nuevamente el nudo se adentró, sacando un gritó desgarrador desde lo más profundo de Youngjae.

Jaebum estaba lleno de sudor y Jae por igual, ambos estaban resbalosos, no sólo por el semen.

El Omega podía sentir palpitar a su Alfa dentro suyo, sin embargo, Jaebum seguía delante de el, no con una sonrisa en el rostro, como cualquier otro Alfa que si estaría feliz al tener a su mate consigo. Su rostro estaba sereno, serio, concentrándose en tratar de dejar de sentir esos espasmos que lo volvía loco y le obligaban a hacer una y otra vez suyo a Youngjae.

Después de unos diez largos minutos, Jaebum se alejó, salió del interior de su esposo, esperando a que las ganas de volver a hacerlo llegarán; eso no ocurrió. Incluso, podía decir que su parte racional ya había ganado y que la de Youngjae también, pues el menor sólo le dio la espalda, cubriendo su cuerpo con las sábanas ya no tan blancas, pues no habían tenido tiempo de cambiarlas.

Jaebum se colocó de pie y camino hasta el cuarto de baño, se adentró a este y cerro con seguro, importandole muy poco si lo hacia ver como un cobarde.

-¿Q-que mierda he hecho?- susurró para si mismo, golpeando la pared del baño.

Realmente estaba mal, el... el no debió sentir eso por Youngjae, el no debió hacerlo suyo, tampoco perder su castidad con el. Su primera vez debió ser con Rose, con ella, pero... pero su lobo le exigía que Youngjae era lo correcto, además lo había marcado. Lo había hecho con el, ahora ni había nada que pudiera retroceder el tiempo. Youngjae era SU OMEGA, suyo de nadie más y eso lo comprobaba la marca que yacía en el cuello del menor.

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Choi fue el primero en salir de la habitación, tenía que darse una ducha y también acostumbrarse a volver a caminar, pues cuatro días en una cama teniendo sexo con Jaebum no era algo sano, ni para su cuerpo, ni tampoco para sus piernas, cuales estaban temblando al encontrarse de pie.

-¡Oh! ¿Dónde se encuentra Jaebum?- la mamá de este miro con total atención al pequeño Omega, este se siente intimidado a pesar de encontrarse frente a frente a una Omega y no tarda en sonrojarse al pensar en el baño de Jaebum y en el maravilloso cuerpo de "Dios griego" que se carga- Se que estos momentos difíciles, en especial después de tu primer celo, pero luego todo será más normal y fácil, llevarás el control de tus días fértiles en cuanto puedas - la voz de la señora Im no sonaba nada fingida, y tampoco parecía minimizar o burlarse de Youngjae, al contrario, su suave y delicada voz, a pesar de encontrarse algo cansada, demostraba compasión y comprensión, algo que jamás parecía haber encontrado en su verdadera familia de sangre.