You're Not For Me || 2Jae ||

Capitulo 29

Te espere, pensé que esto sería para siempre, pero miranos... ahora ni nos reconocemos.

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La guerra entre manadas no seria nada bueno, eso era lo que pensaba Youngjae mientras observaba un punto fijo en la habitación que compartían junto a Jaebum.

-¿Lo extrañas?- Alejó Yeji, quien se encontraba apoyada en el marco de la puerta y observando a su cuñado.

Jae asintió sin pensarlo, sin embargo, al darse cuenta de que lo había aceptado, negó rápidamente.

-N-no... Y-yo... No es que...

- Ya no digas nada, el haberte encontrado mirando el cuadro de su boda me lo confirma todo- la Alfa se adentró a la habitación y se sentó al lado de su cuñado- Jaebum regresará, papá está haciendo algunas negociaciones con los lobos de la otra manada... Mi hermano fue el que inició la pelea, según el heredero de la otra manada.-

Youngjae abrió su boca ligeramente para decir lo contrario, pero Yeji no se lo permitió.

- No digas nada, se que es falso, Jaebum nunca pelearia sin razón alguna, tomando en cuenta que mi hermano no es tan buen contrincante.

-L-lo siento - murmuró apenas el joven de cabellos rubios.

Yeji negó y palmeo levemente la espalda de Youngjae.

-Se que te estuvo protegiendo, que los estuvo protegiendo- Los ojos del Omega se abrieron en par y trato de negar algo que ya estaba dicho, pero es que no le agradaba la idea de hablar sobre "eso" en momentos tan difíciles como los que estaban pasando.

-¿Regresará? ¿Lo tendremos de vuelta? - fue la pregunta del joven.

Yeji asintió y abrazo al Omega.

- Es un Im, nosotros no nos rendimos fácilmente- esas palabras pudieron convencer al Omega, pero a Yeji no estaba tan segura de si su hermano podía ser tan fuerte y no derrumbarse al encontrarse en otras tierras que no eran las suyas.

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-¡Tomalo!- gritaron aquellos hombres. Jaebum aún seguía algo débil, pero podía recordar fácilmente todas las palabras de su padre y hermano, les habían entregado una parte de sus tierras a la manada enemiga y todo por salvarlo.

Las risas no se hicieron de esperara y a pesar de nunca haberles visto el rostro, Jaebum pudo reconocer la voz de uno de ellos. Alguien con quien había discutido antes... alguien que pertenecía a su manada, pero que ahora se encontraba fuera de estas.

Baekho y su padre se encargaban de tomar entre sus brazos a Jaebum y llegar hasta la casa de estos, la madre del Alfa los estaba esperando y al ver los moratones de su hijo y algunas heridas que se iban regenerando no hizo nada más que abrazarlo y llorar.

Jaebum estaba inconciente, pero su lobo buscaba a toda costa el olor de Youngjae, de su mate.

El Omega, por otro lado, se encontraba acostado sin decir, ni hacer nada, hasta que llegó. Llego el momento esperado para el, logró oler a su Alfa. Ese olor a madera recién cortada y a café caliente. Era un olor exquisito para el, y no fue hasta que escucho como la madre de Jaebum lo reprendia para saber que era cierto, que ellos estaban juntos de nuevo.