You're Not For Me || 2Jae ||

Capítulo 52

"Tus ojos, tu rostro perfilado y varonil, tus cabellos suaves y con un olor a fresas, el mismo olor que tenía el cabello de nuestros hijos; tu cuerpo, la maravilla de cuerpo que tenías... desde la punta de tus pies hasta el último cabello rubio que se encontraba en tu cabeza, todo eso y más es lo que amo de ti."

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-¿E-entonces...? ¿Mis padres, ellos?

El rubio seguía aferrandose cruelmente a sus piernas, estaba asustado, ofuscado y totalmente perdido, el supuesto padre que lo educó desde muy pequeño y que siempre estuvo presente en todas sus presentaciones, ahora resultaba ser nada más y nada menos que un secuestrador, que no sólo lo mantuvo prófugo de su propia familia, si no que también lo había utilizado para concretar una venganza que incluía al padre de su esposo.

-¿E-ellos me... me utilizaron?-  susurró el Omega, pensando que sólo el podría oir sus palabras, sin embargo, su padre logró escuchar todo gracias al silencio en el que se encontraba, pues nadie más se encontraba con ellos. Hace minutos que Junho se había marchado, llevándose a sus sobrinos consigo y entregandoles a su vez un poco de privacidad.

-Ellos sólo buscaban venganza, Youngjae, ellos nunca pensaron en ti, sólo en su propia conveniencia.- el desprecio que desprendía las palabras del Alfa eran claras, demasiadas claras para el Omega, quien ahora yacía sentado en uno de los sofás y reposando una bolsa de hielo en su mandíbula, el dolor era en minoría, pero seguía presente. El chico de cabellos rubios sólo permanecía perdido en sus pensamientos, en todo lo sucedido, en el cariño que recibió desde muy pequeños por parte de sus padres, en todo el cariño que recibieron tanto el como Rose. Ahora todo concordaba.- Se que debe doler, Jae, pero aún estamos a tiempo de hacerles pagar todo, de hacer que se arrepientan y que pidan de rodillas perdón.- para ese momento, el Alfa ya se encontraba al lado de su hijo. -Podemos vengarnos, hijo.- susurró lo último. Youngjae dejó caer la bolsa se hielo y miró de reojo al que sería su verdadero padre.

-¿Cómo fue que supieron que yo sería un Omega y no un Alfa?- su mandíbula aún dolía, pero eso no impedía que continuará preguntando por todos los acontencimintos que aún torturaban su cabeza y le exigían pedir más explicaciones.

El Alfa suspiro y se reincorporó.

- Tu madre podía sentirlos, en realidad todos los omegas pueden sentir a través del vínculo creado con sus cachorros si estos serán Omegas o Alfas... Supongo que tu también lo sabes, sabes que esos dos niños que ahora están con tu hermano son dos Alfas de sangre pura y no solamente por el hecho de que tu esposo lo sea.

El Omega se perdió nuevamente, había regresando nuevamente al punto cero, se quedó sin entender nada por segunda vez

-¿Qué estas tratando de decir?- pregunto con total desconcierto.

- Mis padres... Ambos fueron Alfas, mi sangre era pura, la de tu madre por igual, sus padres también fueron Alfas, pero ella fue la única excepción al nacer Omega.- otro sorbo de vino fue servido en la copa y nuevamente el padre del Omega se paseaba con este objeto entre sus manos.- Toda nuestra familia tiene sangre pura, por lo que pensamos que ustedes saldrían completamente Alfas, pero tu madre lo supo desde que estabas en su vientre... Ibas a ser un Omega, sin embargo, eso no impidió entregarte todo nuestro amor, hasta que esos trai-